La investigación sobre el cadáver en avanzado estado de descomposición aparecido la tarde del martes en una vivienda del barrio de Isamil, en la parroquia moañesa de Meira, sigue en marcha bajo secreto de sumario y se va cerrando el círculo sobre lo ocurrido. Descartada la violencia en la muerte, los últimos análisis apuntan, casi con toda certeza, a que se trata de un varón. La propia casera, que fue la que se encontró el cuerpo tirado en el suelo del baño, también indica que “parece que es un hombre. Tenía puestos unos calzoncillos. El pelo era largo e igual por eso al principio se indicó que era una mujer”.

Los análisis efectuados ayer siguen sin desvelar la identidad exacta y la edad del cuerpo. Eso sí, las principales hipótesis de la investigación se siguen centrando en un varón de unos 50 años y natural de Cangas. Sería uno de los últimos inquilinos –una pareja y el padre de la mujer–. Esta línea de investigación apunta al varón de la pareja.

Sin embargo, distintos rumores señalan que este varón seguiría vivo. Y es que otras líneas de investigación aluden precisamente al padre de la inquilina, de más de 70 años, como la víctima. Así lo sospecha la propia casera. “Si no me equivoco debe ser el padre” y alude a que al novio de la mujer “lo vieron por Cangas estos días”.

Sobre el tiempo que llevaba el cuerpo en descomposición la casera no tiene dudas de que se trata de muchos meses. Explica por qué tardó tanto en acudir a la vivienda. “Esta familia no pagaba el alquiler desde enero de 2019. Metimos todo en el juzgado, porque al no entregarnos las llaves ni rescindirse el contrato, oficialmente seguía estando alquilado a ellos. El 1 de marzo el juzgado nos dio el permiso para entrar. Como esa semana estuve liada no pude ir hasta el martes, cuando me encontré todo”.

Tras conversar con los vecinos, la propietaria del inmueble señala que “aseguran que los inquilinos se fueron en verano de 2019. Al parecer se fueron en un taxi y por la noche”. Teme que, dado el estado del cuerpo, “lo dejasen muerto ya entonces y escaparon”, hace más de un año y medio, por lo tanto.

Impresión

Aunque se muestra calmada, la casera narra la impresión que le produjo encontrarse el cadáver. “La primera noche lo pasé fatal. Sabía que estaría todo sucio porque por la ventana se veía que estaba hecho un asco. Después vi bichos saliendo del baño y fue cuando me lo encontré. Nadie se puede imaginar algo así”.