La hostelería de O Morrazo saldrá este viernes a la calle en Cangas para reclamar el rescate del sector. Entienden que no solo necesitan ayudas económicas, sino una indemnización por los meses que han dejado de abrir y que siguen sin trabajar. Desde que comenzó la pandemia ya arrastran seis meses de cierre, desde el 13 de marzo hasta, muchos de ellos, finales de junio, cuando reabrió el sector; durante el mes de noviembre y este último mes que ya llevan desde el decreto del 26 de enero que estableció el cierre total hasta el 17 de febrero. Ahora, y según anunció ayer el presidente de la Xunta, la hostelería tendrá que esperar hasta el 22 de febrero para iniciar una posible desescalada.

La convocatoria de la manifestación parte de la Asociación de Restauración de Cangas (Areca) y de las asociaciones de hostelería de Moaña y de Bueu, en un acto, que consistirá en una manifestación desde la rotonda del Gordo por la avenida Castroviejo hasta el Concello, y al que se ha invitado a la Federación de comerciantes do Morrazo (Fecimo) y a la Asociación Cangas Vella, del casco histórico de Cangas.

Los hosteleros, tal y como señala el presidente de Areca, Gustavo Soliño, ya contaban ayer que la Xunta no iba a reabrir este sector y, sobre todo con la situación en Cangas –ayer saltaban nuevos positivos en el equipo de fútbol del Alondras–. Reconoce que la cautela está bien, pero si no hay ayudas suficientes la gente está entre la espada y la pared y abrir supone a muchos dejar de ganar.

Los hosteleros también tienen prevista otra concentración el día 24 en Cangas, en una convocatoria de las asociaciones de hostelería a nivel de Galicia, en unión con los autónomos. Será delante del Concello, pendiente de concretar la hora.

La Xunta asegura que la situación de contagios, aunque mejorando, todavía es muy alta, y hace desaconsejable la apertura de la hostelería. Más aún en tiempos de Entroido y con las personas con ganas de fiesta.

Ayer mismo, la Policía local de Cangas mantuvo controles en la parroquia de O Hío por si se realizaba alguna reunión del Entroido tradicional que todos los años reúne a miles de jóvenes. Ayer no hubo rastro de pandillas disfrazadas y hoy se volverá a controlar la zona de Nerga y de Donón, en el segundo día que siempre celebró este Entroido de la parroquia en donde era habitual comer al aire libre y llegar hasta la Costa da Vela.

En Moaña desde la asociación de hosteleros lamentaron ayer que “sigamos siendo el sector más maltratado”. Exigen que la Xunta apruebe ayudas y están pendientes de una reunión con el Concello para que aporte “el 1% de los presupuestos municipales, como hizo la Diputación”. Desde los hosteleros de Moaña alertan también de que la apertura, cuando llegue, solo permita servir en terrazas. “Eso no sería una solución con el mal tiempo del invierno. Así no compensaría abrir”.

Desde el gobierno local entienden que es “prematuro” relajar medidas de control pero sí apuestan por reabrir la hostelería “porque está claro que los contagios se producen en las casas”, indica la alcaldesa, Leticia Santos.

Cribado

Por otro lado, el Sergas baraja realizar un cribado masivo a los cangueses de entre 40 y 64 años. Se realizaría los días 17 y 18 de febrero y serviría para controlar a unos 10.900 vecinos. El objetivo es detectar asintomáticos, pues la autoridades sanitarias están preocupadas por lo lento que descienden los casos activos en Cangas pese a las duras medidas adoptadas.

La semana comenzó con 119 casos en Cangas y una incidencia acumulada de 448 por cada 100.000 habitantes. Son cuatro casos menos que el domingo. En Moaña se mantuvieron los datos tras el descenso del fin de semana y ayer presentaba 83 contagiados según el mapa del Sergas –con una incidencia de 428– pero 89 según la EOXI.

En Bueu subieron los contagios, creciendo en 4, hasta los 30 positivos. Bueu alcanza así la incidencia de riesgo de 250.

Control, este fin de semana, en A Xunqueira.

La Policía de Moaña multa a un “runner” sin mascarilla que trató de escapar de la patrulla por A Xunqueira

La Policía Local de Moaña ha intensificado sus controles este fin de semana para velar por el cumplimiento de las medidas impuestas por el Gobierno central y la Xunta con el objetivo de controlar la evolución de la pandemia de COVID-19. Se han interpuesto varias multas por incumplir obligaciones como llevar la mascarilla. Además, también se realizaron controles viarios en varios puntos como la Avenida da Xunqueira, para evitar que nadie incumpla el cierre perimetral sin un motivo justificado para ello. Sin embargo, el caso más destacado tuvo lugar el sábado en el paseo de A Xunqueira. Una patrulla dio el alto a un vecino de Domaio que practicaba “running” sin mascarilla. El deportista no se detuvo y prosiguió corriendo. La patrulla se desplazó en coche a un punto más avanzado para volver a darle el alto y el vecino se zafó de los dos agentes en zigzag para escapar corriendo. Finalmente fue atajado por los agentes e identificado, sin que opusiese mayor desobediencia. Fue propuesto para sanción tanto por no llevar la mascarilla como por resistencia a la autoridad. Por otro lado, también se registraron quejas de los vecinos porque, al parecer, jóvenes de otros municipios acudieron a entrenar a las pistas de atletismo de Moaña durante el fin de semana, un extremo que está prohibido en estos momentos. Aprovecharían que las pistas moañesas están abiertas al uso libre por parte de cualquier vecino. A este respecto la alcaldesa, Leticia Santos, insiste en exigir mayores controles del cierre perimetral por parte de la Policía Autonómica y de Guardia Civil, al recordar el escaso personal que tienen en el cuerpo municipal. Desde el inicio de los cierres perimetrales el gobierno local moañés ya indicó en múltiples ocasiones la necesidad de evitar el acceso sin justificación de vecinos de otros municipios para poder frenar la aparición de brotes de coronavirus.