La Cofradía de pescadores de Cangas asegura que la empresa del saneamiento y encargada de la Estación depuradora de aguas residuales (EDAR) de Areamilla se está “riendo de los marineros y de todo el pueblo”. Ayer fue la gota que colmó el vaso, asegura el patrón mayor de Cangas, Javier Costa, cuando dice que de la depuradora salieron restos de plásticos y de porexpán al mar.

Asegura que de seguir así “no vamos a morir de COVID sino de la suciedad por la contaminación del mar” y añade que el saneamiento de Cangas es de los peores que existen entre muchos municipios y pide una solución.

Estación depuradora de aguas residuales de Cangas, en Areamilla. | // FDV

Además dice que no solo hay vertidos por la depuradora, en la zona de Areamilla y de A Congorza, sino que también los hay en la zona de la playa de A Cheminea, en Massó y junto a la plaza de abastos.

Las quejas por este vertido se producen en un momento de inversiones de la UTE Gestión Cangas, responsable del saneamiento. La última fue en octubre del año pasado, en torno a 200.000 euros, cuando la empresa inició la instalación de nuevos sistemas de tratamiento terciario para contribuir a eliminar la contaminación microbiológica del agua tratada en la planta y la conexión de la fosa de Donón, a través de la red municipal en Viñó, a la depuradora. La EDAR trata al día unos 9.000 metros cúbicos de agua, el equivalente a cuatro piscinas olímpicas, mediante tres procesos: sistema de pretratamiento de agua, que elimina los agentes contaminantes flotantes en el agua; sistema de tratamiento biológico, que degrada la materia orgánica y separa el agua depurada y el fango resultante; y el sistema de tratamiento terciario, que higieniza el agua eliminando los microorganismos para su reutilización.