En agosto del año 2017, el Concello de Cangas abrió un censo de viviendas vacías para que pudieran ser arrendadas a familias con dificultades para acceder al mercado de libre vivienda con un precio de alquiler fijado y un abono mensual que estaría garantizado por una póliza de seguro. Estamos en enero de 2020, ya con otro gobierno en Cangas y el dato que se revela es desalentador: solo dos personas se apuntaron como demandantes de este tipo de viviendas, pero nadie ofertó un piso. Ahora se sabe que el Concello tuvo que cancelar esta iniciativa.
Un dato esclarecedor que no concuerda con la escasa demanda del censo: la estadística de viviendas vacías de 2011, que es la última publicada por el Instituto Galego de Estadística, sitúa a Cangas con 2.778, a Moaña con 1.754 y a Bueu, con 1.084.
Este censo de vivienda era posible gracias a un convenio de colaboración suscrito entre el Instituto Galego da Vivenda e Solo (IGVS) y el Concello de Cangas. En 2017, la Xunta de Galicia establecía una serie de requisitos: cumplir la legalidad urbanística, no estar ocupada en el momento de su incorporación al censo, ni ser de protección oficial, debía estar de alta en los servicios básicos de agua, electricidad y al corriente de pago del IBI. Los requisitos exigidos a los beneficiarios del alquiler social eran disponer de unos ingresos anuales de entre 1 y 2.5 veces el Impren (indicador público de renta de efectos múltiples) que permitan hacer frente a las obligaciones económicas que se deriven del contrato de alquiler. Claro que esas condiciones para incluir en el censo de viviendas cambiaron. En octubre de 2018, el que era director xeral del Instituto Galego de Vivienda e Solo , Heriberto García, admitía que los resultados del citado programa de alquiler no eran para nada los esperados.
Ya en 2019, ante el fracaso de la iniciativa, la Xunta de Galicia duplicaba las ayudas, que pasaban a ser de 8.000 euros, para incentivar la incorporación de pisos vacíos al plan. Pero ni con esas. Cierto que en Cangas se levanta alguna voz por el hecho de que el Concello no supiera divulgar bien esta iniciativa entre los propietarios de viviendas vacías, ya que no se explica que no hubiera un solo ofertante. Aunque también es ridícula la cifra de dos solicitudes, tal y como están de altos los precios de los alquileres. Además, se establecía prioridad para el alquiler a familias afectadas por desahucios, derivadas del impago de rentas de la vivienda habitual. Pero el censo de viviendas tuvo escaso eco entre los propietarios y también los usuarios. A pesar de que la Xunta se hacía cargo de un seguro multirriesgo y de otro de garantía de cobro de la renta, además de facilitar ayudas a los propietarios de las viviendas con las que realizar arreglos para poner en condiciones los inmuebles e incluso rehabilitarlas integralmente.
El actual gobierno local, recién instalado en el Concello, trató de retomar la iniciativa. Pidió los datos y pudo comprobar el escaso éxito el convenio suscrito entre el Concello de Cangas y el IGVS.
