Los datos del informe del equipo multidisciplinar de la USC aportan un perfil del "festivaleiro" que acude al SonRías: una mujer joven, gallega, de entre 18 y 25 años, estudiante, acude acompañada, valora la programación musical y, aunque no declara ingresos, dispone de dinero para gastar.

El informe del SonRías Baixas es el tercero que se da a conocer después de que ya se hayan presentado los correspondientes al Sinsal y el PortaAmérica, en Caldas de Reis. Próximamente se conocerán los resultados del Revenidas (en Vilagarcía) y del Resurrection, en Viveiro. Los autores del estudio, Agadic y el propio Jordi Lauren defienden que no se pueden hacer comparaciones en cuanto a impacto económico, retorno o gasto medio diario de los asistentes puesto que se tratan de certámenes diferentes entre sí, con publicos y ámbitos diferenciados. Por ejemplo, no se puede situar en el mismo plano un evento como el Sinsal, que se celebra en un espacio reducido como la isla de San Simón, con el propio SonRías. "Estes informes non deberían servir para facer comparacións, senón para posicionar cada festival", defiende Jordi Lauren.

El responsable del SonRías Baixas apuesta por la necesidad de avanzar hacia el sello de calidad y manual de buenas prácticas a los que aludía Agadic. "Deben servir para que a xente teña confianza no que estamos facendo, que aínda que non é un produto físico non deixa de ser un produto e co que retornamos á sociedade moito máis do que se nos dá desde as institucións públicas", manifiesta.

Las encuestas realizadas por la USC valoran, con puntuaciones de 0 a 10, aspectos como los servicios, la integración en el entorno, la puntualidad de los conciertos, el sistema de compra de las entradas o el trato personal. El SonRías supera con nota el examen, con una media de 8 puntos.

Pero esas valoraciones también se han intentado llevar al terreno de los intangibles y al impacto social. Los asistentes puntuaron variables como la mejora del conocimiento de Bueu, con una puntuación de 8,9; mejora de la imagen local (8,06); atracción para el turismo; o impacto económico (8,9).

Una de las notas que más ha llenado de satisfacción a la productora del SonRías, Play Plan, es que la inmensa mayoría de los encuestados consideran el certamen como un "orgullo local".