Cientos de personas se dieron cita ayer en un entorno de la capilla de Santa Cruz lleno hasta la bandera para honrar a Santa Ifigenia en el día grande de las fiestas que el barrio buenense de Banda do Río le dedica a la Virgen negra. Nadie quiso perderse una jornada en que lo religioso se combinó con lo puramente festivo con la tradicional degustación de sidra y que tuvo su continuación ya por la noche con el concierto estelar de la orquesta Panorama.

El meteorología animó a los buenenses a acudir a una cita que para muchos ya es casi una obligación. A la hora de la misa solemne ya se hacía difícil avanzar por la empinada cuesta que lleva a la capilla, algo que se hizo más evidente cuando los fieles portaron la imagen de la Virgen para la procesión en torno al templo. Al término de la misma, muchos aprovecharon la ocasión para entrar en el pequeño recinto y pasar sus pañuelos por la figura, en busca de la protección de la llamada Moreneta de Bueu.

En el exterior la Banda de Música Artística de Bueu tocaba unas piezas y el sonido de las pujas no interrumpían a quienes buscaban ya sus primeras tazas de sidra. En esta ocasión fueron seis los cosecheros llegados del propio Bueu, Marín y Cangas, que acudieron a presentar su producto. Cinco de ellos lo hicieron con su cosecha propia traída en barriles mientras que otro lo hizo con sidra artesana embotellada. Lo cierto es que pocos se resistieron a probar la sidra, y las existencias se agotaron a lo largo de la jornada. "O que menos trouxo uns 250 litros e o que máis sobre 400 ou 500", apuntaba el presidente de la comisión de fiestas, Celso Dopazo, para dar una idea de la magnitud del éxito de este producto.

Panorama era la encargada de poner el broche de oro a las fiestas con una actuación en dos partes que se preveía acabaría con un lleno absoluto en Banda do Río. La madrugada del domingo fueron Pontevedra y Miramar las que llevaron al barrio unas 3.000 personas, según manifestaron desde la organización.