Apenas cinco grados marcaba el termómetro a primera hora de la mañana de ayer en el entorno del Eirado de Cela. Para combatir el frío no hay nada mejor que el movimiento y a ello se pusieron los cerca de 300 participantes que tomaron parte en el V Trail de Cela, con un recorrido de 25 kilómetros para los que optaron por correr y de 18 para los de la andaina. El podio masculino estuvo completamente dominado por deportistas de O Morrazo, con el buenense Roberto Riobó como vencedor, seguido del cangués Manuel "Lolo" Álvarez y del también buenense Gustavo Caballero. En la categoría femenina el triunfo fue para Olalla Conde Seoane, del Club Castro de Ourense, mientras que la segunda en cruzar la línea de meta fue una corredora local, María Casaleiro, del A Trote Borriquero. El podio se completó con Nuria Romero, del Miller.

El trazado de esta quinta edición era el mismo que en las anteriores, un recorrido lleno de subidas y bajadas. A pesar de las lluvias de las últimas semanas el terreno se encontraba en buenas condiciones y los corredores pudieron completar un recorrido que les llevó por O Casal, Barraca, las inmediaciones del cauce del río Frade, el entorno de la cruz de Ermelo y luego la de A Paralaia para finalmente regresar hacia Cela.

El más rápido en completar esos 25 kilómetros fue Roberto Riobó, integrante precisamente del Club Corredoiras. El año pasado fue segundo y en esta ocasión se pudo desquitar y subir a lo más alto del podio con un tiempo de 1 hora, 47 minutos y 47 segundos. Lolo Álvarez cruzó con un tiempo de 1 hora, 49 minutos y 1 segundo, mientras que Gustavo Caballero empleó 1 hora, 54 minutos y 47 segundos.

Las tres primeras mujeres entraron separadas por un escaso margen: Olalla Conde completó la carrera en 2 horas, 25 minutos y 25 segundos. María Casaleiro entró menos de un minuto después y Nuria Romero cruzó a menos de medio minuto de la segunda.

Andaina

En lo que respecta a la caminata, los dos primeros clasificados eran integrantes del mismo club y entraron juntos en la línea de meta: Santiago Castro y Ramón Domínguez, del International Trekkers del Barbanza. Ellos debían realizar 18 kilómetros puesto que al llegar a la Cruz de Ermelo emprendían directamente el regreso hacia Cela.

Los organizadores dispusieron de hasta cuatro puntos de avituallamiento durante el recorrido y uno más en la línea de meta, donde se ofreció a los participantes bebida, fruta, lentejas calientes y unos sabrosos mejillones de la ría.