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Una exposición para concienciar

Bajo el lema "Menos residuos, más recursos" se quiere trasladar a la población hábitos con los que generar menos basura

Una exposición para concienciar

Promovida por Sogama, en colaboración con la Consellería de Medio Ambiente e Ordenación do Territorio, la exposición se ha ubicado en la Alameda, donde permanecerá hasta el 14 de enero, estando conformada por varios tótems y un panel central en los que se difunde, a través de textos e imágenes, diversos consejos y recomendaciones.

La pretensión no es otra que trasladar al ciudadano la importancia de la prevención y la reducción como principal soporte en la gestión sostenible de los residuos, que en todo caso deben ser complementadas con la reutilización y el reciclaje, sólo posible si ha tenido lugar una separación previa de los distintos materiales presentes en la basura y posterior depósito de los mismos en los contenedores adecuados: amarillo, para latas, briks y envases de plástico; azul, para envases de cartón y papel; iglú verde, para envases de vidrio; recipiente específico para pilas; y contenedor verde convencional, para la fracción resto, que Sogama convierte en energía con todas las garantías medioambientales y de protección de la salud.

Comprar con cabeza y hacer una lista previa de lo que realmente se precisa constituye la primera premisa a tener en cuenta, evitando sucumbir ante ofertas que, aunque tentadoras, no dan respuesta a nuestras necesidades.

Optar por productos locales y de temporada, no sólo es una forma sostenible de consumir, ya que se evitan las emisiones de CO2 derivadas del transporte a largas distancias, sino una forma de incentivar el empleo en la propia comarca. También poner freno al usar y tirar, dando preferencia a los bienes de larga duración y, sobre todo, con posibilidades de ser reparados, se erige en una prioridad.

Recuperar el tradicional carro de la compra y llevar la bolsa de casa constituyen comportamientos diarios de fácil implantación. Y es que la vida de una bolsa plástica no biodegradable se limita únicamente a 12 minutos, los justos para trasladar los productos desde el supermercado a casa.

Evitar los sobreempaquetados y adquirir artículos a granel constituye también una buena medida para luchar contra el despilfarro. Y, respeto a la ropa, ni que decir tiene que, cuando por diversas circunstancias ya no se utiliza, lo mejor es donarla a entidades sociales que le dan un nuevo uso o la reciclan, destinando en muchos casos los beneficios obtenidos a proyectos de cooperación con los que asistir a los más necesitados.

También se impone la prudencia en el caso de las pilas, toda vez que una pila de botón, aparentemente inofensiva, puede llegar a contaminar hasta 600.000 litros de agua, siendo las pilas recargables la mejor alternativa.

Asimismo, se hace hincapié en el desperdicio alimentario. En Europa se desperdicia un tercio de la comida que se produce, lo que trae consigo un notable impacto ambiental, económico, social y mismo moral. Comprobar la fecha de caducidad de los productos perecederos y diferenciarla de la fecha de consumo preferente, revisar la nevera y la despensa, ajustar las raciones al número de comensales, aprovechar las sobras para la elaboración de nuevos menús y olvidarse del viejo dicho de que "más vale que sobre a que falte", constituyen las mejores recetas a aplicar. Además, es necesario desprenderse del pudor y llevarse las sobras también de los restaurantes para aprovecharlas en el hogar.

Y si los residuos ya se han producido, el procedimiento a seguir es separarlos por tipologías y depositarlos en los contenedores apropiados.

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