El concejal Mariano Abalo mantiene un pulso con la concesionaria, a la que acusa de reiterados incumplimientos que darían pie a la resolución del contrato del ciclo del agua. De hecho, el pleno de la corporación municipal aprobó el pasado mes de septiembre, con los votos a favor de los miembros del equipo de gobierno (ACE, BNG y ASpUN), iniciar el expediente para dicha rescisión, que Abalo argumentó recordando el "leonino" contrato firmado por el anterior gobierno bipartito (PP-Nardo Faro Lagoa), con Sotelo en la Alcaldía. También criticó los 25 años de duración y el canon de 800.000 euros que tuvo que pagar la empresa para poder aplicar después el "tarifazo", además de defender el derecho a no tener miedo de una empresa sobre la que pesan "incumprimentos sobrados", como la falta de inversión comprometida o la puesta en funcionamiento del sistema terciario de depuración en la EDAR de Balea.

Ya desde el inicio de la gestión del actual tripartito, Abalo fue acumulando datos y partes de denuncia que le sirvan para ese cometido, llegado el caso. El expediente policial de este fin de semana se suma al "amplo abano de incumprimentos".