Cristales rotos, techos deteriorados, postes metálicos torcidos, asientos inexistentes... Ya sea por deterioro o por actos vandálicos, los usuarios del autobús padecen a diario el mal estado de muchas de las marquesinas del autobús repartidas por el territorio de Cangas, y el Concello ha decidido ponerle remedio con un plan de actuación a corto plazo que contempla la mejora de al menos 26 casetas. Al menos una de ellas (en Vilanova, O Hío) deberá ser sustituida, ya que su pésimo estado hace inviable la reparación, y en otras 24 se realizarán trabajos de distinto alcance. Además se pretende colocar una marquesina nueva en el cruce de A Madalena por el que se accede a los institutos desde la carretera Cangas-Bueu, pues carece de este servicio y el Concello está a expensas de recibir el preceptivo permiso de Estradas de la Xunta.

La actuación conjunta podría superar los 12.000 euros, sin contar el material nuevo, que ya está disponible, y se afrontará con una partida presupuestaria municipal, según estimaciones de la concejala de Obras e Servizos, Mercedes Giráldez, que asume esta intervención promovida por su compañera Lourdes Rial, edil de Mobilidade. Responsables políticos y técnicos municipales han recorrido los viales de las cuatro parroquias revisando todas las marquesinas y elaborado un mapa de necesidades y actuaciones prioritarias, que el gobierno local utiliza para solicitar los presupuestos a empresas del sector. De momento no se han concretado ofertas, reconoce Giráldez, que confía en que la actuación global se pueda llevar a cabo "en poucas semanas" tras definir el encargo.

En lugares como la carretera de Aldán, la Avenida de Ourense o el Alto da Portela los usuarios habituales del autobús han manifestado sus quejas por el mal estado que presentan las marquesinas, que las convierte en inservibles para el uso para el que están concebidas. En algunos casos, como consecuencia de actos de vandalismo, que las autoridades piden frenar llamando a la responsabilidad social para conservar el patrimonio público. El inicio del otoño y de las previsibles lluvias también animan a los afectados a pedir al Concello que agilice una solución al problema.