Pasaban apenas seis minutos de las nueve de la noche cuando Carlos Núñez hacía su aparición sobre el escenario preparado para la ocasión en el exterior del pazo de Santa Cruz, con Bueu y la ría delante. Las notas de Nau bretoa fueron las primeras en sonar en un concierto que volvió a estar cargado de magia, emoción y sentimiento. La historia de amor entre Bueu y Carlos Núñez vuelve a repetirse un año después de su primera actuación en el municipio. Otra vez dos pases y otra vez las entradas agotadas con mucha antelación. "Esta vai ser unha noite máxica e irrepetible", dijo al comienzo de su actuación de anoche.

Y la verdad es que así fue. Ni siquiera las nubes y la niebla que poco a poco se cernía sobre el pazo pudieron con el hechizo de una música mágica. Algunas de las piezas que ayer interpretó Carlos Núñez con su banda tenían más de 800 años de antigüedad, como la canción para la que invitó al escenario a la irlandesa Michelle O'Connor. Tampoco faltó la dulce melodía de Amanecer, la celebrada Camiño de Santiago o las influencias brasileñas de Feira do Mangaiao. Una vez más el violinista canadiense Jon Pilatzke volvió a meterse al público en el bolsillo con su mezcla de virtuosismo, buen humor y desparpajo. El resto de la banda estaba integrada por Pancho Álvarez a la guitarra y Xurxo Núñez a la percusión.

La Banda de Gaitas Manxadoira de Bueu se une a la noche mágica de Carlos Núñez // D. García

Carlos Núñez volvió a mostrar su generosidad y en el concierto de ayer hubo lugar para invitados y colaboraciones especiales. Volvió a contar con la Banda de Gaitas Manxadoira de Bueu, que desfiló para interpretar la Marcha do Antergo Reino de Galicia, o con la que también interpretó Andro (una danza bretona). También hubo colaboraciones puntuales del director de Manxadoira y uno de sus gaiteiros solistas, Marcos Campos y Jacobo García, o una sección que tocó junto a Carlos Núñez y su banda Green lands, un hermoso tema compuesto por el guitarrista bretón Ar Braz.

Manxadoira no fue la única agrupación de Bueu que recibió la invitación para compartir escenario con el músico y su banda. Una de las sorpresas de esta ocasión fue la presencia de la Coral Polifónica de Bueu, que protagonizó el que fue sin duda uno de los momentos más emocionantes de anoche. Los casi 40 integrantes de la coral, dirigida por Rosa Cerviño Loira, estuvieron ensayando durante las últimas semanas la canocida canción María Soliña, una composición de Antonio I. Paz Valverde con la letra del poema de Celso Emilio Ferreiro. La Coral de Bueu se adaptó a la versión que Carlos Núñez grabó en su día con Teresa Salgueiro, la que fuera cantante del grupo portugués Madredeus entre 1987 y 2007.

La Coral Polifónica de Bueu junto a Carlos Núñez // David García

La coral se colocó a lo largo de la escalinata del pazo, justo por encima de la banda, mientras su directora la dirigía desde el lugar donde estaba el público. A su misma altura y también entre el público, Carlos Núñez y Jon Pilatzke tocando sus instrumentos en acústico. Un momento lleno de magia para una noche irrepetible. Tal como había prometido al inicio Carlos Núñez.