Un apicultor que en la noche del martes acudía a una casa en Beluso para hacer seguimiento de un nido de avispa asiática, sorprendió a dos personas que se llevaban una colmena en cuyo interior podría reunir unas 20.000 abejas. Cuando el apicultor regresaba de la visita en su coche por un camino de tierra, vio una furgoneta con las puertas abiertas, algo que le extrañó. De repente aparecieron estas dos personas, sin ropas de protección, llevando uno de ellos la colmena en brazos.

El apicultor asegura que él sabía de la presencia de este colmenar de Beluso, en donde puede haber unos seis panales, y lepareció extraña la situación.Decidió llamar por el nombre de la persona que cuida las colmenas e hizo un gesto de salir del coche. En ese momento, el que llevaba en brazos la colmena la tiró al suelo y ambos huyeron en la furgoneta.

Señala el apicultor que las abejas empezaron a salir y que él se tuvo que proteger y apagar las luces del coche "porque me comían". Añade que algunas de las abejas murieron aplastadas y otras debieron de pasar la noche agrupadas, pero con las malas condiciones meteorológicas muchas murieron. El apicultor se puso en contacto con el dueño de las abejas y a las siete de la mañana de ayer acudió al colmenar, y recompuso algo el panal. Asegura que aunque los robos de colmenas no son frecuentes, sólo hay que pensar que una de estas cajas puede costar unos 100 euros y que, si se hubieran llevado las seis eran 600 euros. Por eso que pone en alerta a los criadores por si intentan cometer algún robo más.