Según señala la Agencia de Protección de Datos tras la investigación realizada, el único monitor que existe actualmente está ubicado en la habitación de la estación de autobuses de Cangas, que se encuentra cerrada con llave. El monitor está conectado al equipo de grabación. El tiempo de conservación de las imágenes tiene un límite máximo de 30 días, siendo borrado automáticamente por el sistema. También se asegura que el sistema no está conectado a ninguna central de alarmas.

En abril de 2013, el por aquel momento alcalde de Cangas no descartaba que la Policía Local procediera al precinto de las cámaras de seguridad, que llamaban poderosamente la atención a los vecinos. Hoy pasan totalmente desapercibidas. El hoy alcalde Xosé Manuel Pazos exigía que la Subdelegación del Gobierno en Pontevedra interviniera y aseguraba que para instalar las citadas cámara era necesario una autorización del Ministerio del Interior.