Efectivamente el plan de empleo de la Diputación contemplaba subvenciones a los concellos para la contratación de los trabajadores y en las bases establecía una jornada de trabajo de 35 horas semanales, con un máximo de 1.946 euros por trabajador para los dos meses, lo que supone un salario bruto de 706,25 euros por trabajador. En todo caso, el Concello podría complementar la cantidad que sea necesaria hasta alcanzar "os salarios que correspondan por categoría profesional". En este caso, el Concello asumiría con fondos propios la diferencia de costes.

El único Concello de los tres de la comarca que aprobó este complemento fue el de Bueu. Contrató a 15 trabajadores (6 de jardinería, 6 de limpieza y 3 de albañilería) para los que aprobó un 30% más de sueldo sobre el que paga la Diputación, que es el Salario Mínimo Interprofesional (646 euros), en cumplimiento del convenio colectivo aprobado en Bueu en septiembre de 2014. Aplicando este convenio, el alcalde, Félix Juncal, asegura que ya abonaron el año pasado 200.000 euros a trabajadores contratados y que no habían percibido este incremento.

En el caso de Moaña, la alcaldesa Leticia Santos (BNG) asegura que el Concello no pudo aprobar este complemento porque no había partida y que en el plan anterior del PP los salarios ni llegaban a los 500 euros. Añade que lógicamente sería mejor que el salario pudiera ser superior "pero era inviable con la partida que quedaba. De todas formas, casi duplicamos lo que se estaba pagando antes. Antes se pagan 400 euros por 30 horas semanales y ahora 700 por las mismas horas". Santos confía que el próximo año se mejoren estos planes al estar incluidos enlos fondos que repartirá la Diputación a los concellos.

Por su parte, el alcalde de Cangas, Xosé Manuel Pazos, asegura que ellos ofrecían la posibilidad de reducir el número de empleados para que ganaran más, pero fue rechazado y el Concello carece de dinero para hacer frente a ese suplemento salarial.