Los clientes que se encontraban ayer a mediodía en el bar O Muíño de Bueu se llevaron un buen susto. Mientras en el cercano Pazo de Santa Cruz se celebraba el día grande de las fiestas en honor a Santa Ifigenia, en este establecimiento un joven efectuó varios disparos al aire con un arma de fogueo después de acudir a reclamar el pago de una supuesta deuda a los propietarios del bar, en el que trabajó durante algunos días en el verano. Poco después el hombre fue detenido en la propia terraza trasera del local por agentes de la Guardia Civil y al parecer no habría opuesto resistencia.

El local se encuentra en la esquina entre las calles Ramon Bares y Staffan Mörling, muy cerca de los institutos de la localidad. El hombre llevaba en el establecimiento desde primera hora de la mañana, a donde había acudido para reclamar a los propietarios el pago de la supuesta deuda. El detenido portaba también una navaja tipo mariposa, que mostró durante el tiempo que estuvo en el bar y con la que llegó a clavar alguno de los servilleteros del establecimiento. No obstante, las fuentes consultadas precisan que en ningún momento la utilizó para amenazar directamente a las trabajadoras del local o a los clientes.

El detenido es natural de Vigo, pero reside en Bueu desde hace aproximadamente un año. Ayer se presentó en el bar alrededor de las 10.30 horas, de "reenganche", con supuestos signos de embriaguez o de haber consumido otro tipo de sustancias. Desde el primer momento pidió hablar con los propietarios del bar, que no se hallaban en el local. Así, pidió hasta dos consumiciones y se quedó en el establecimiento. "Preguntaba dónde estaba el dueño, que lo iba a matar. Decía que tenía una pistola y que de allí no iba a salir nadie", cuentan algunas personas que estaban en el interior del establecimiento. En ningún momento mostró el arma y algunos de los presentes intentaron tranquilizarlo, bromeando con él y le preguntaban si esa supuesta pistola era "de verdad o de fogueo".

En un momento dado se sentó en una de las mesas de la terraza exterior y se puso a conversar con un grupo de clientes. "Dijo que esta noche la iba a dormir en el calabozo y que iba a salir en el periódico", explicaban poco después del suceso. Durante esa conversación manifestó varias veces que quería el dinero que presuntamente le adeudaban para irse y aceptar una oferta de trabajo fuera. "No se le veía la pistola, aunque si la navaja 'mariposa' que llevaba en el pantalón.

Tras esta conversación en el exterior el hombre entró de nuevo en el bar y a los pocos instantes, después de que le negasen una nueva consumición, salió y fue en ese instante cuando disparó hasta cuatro veces al aire. Esta acción provocó el lógico miedo entre los clientes que estaban en el exterior, algunos de los cuales llegaron a esconderse bajo una mesa. Sin embargo, enseguida comprobaron que se trataba de un arma de fogueo. "Somos cazadores y al ver los casquillos, con la punta de plástico, ya supimos que era de fogueo. Ni siquiera llegaron hasta la cornisa y uno de ellos cayó en la mesa en la que estuvimos hablando con él", explicaban poco después. "Pero en el primer momento el susto es grande porque no sabes si la pistola es de verdad o no", añaden.

Salida y regreso

El joven se marchó por calle Ramón Bares, pero regresó al bar a los pocos minutos. Fue en ese momento cuando mostró de manera clara la navaja que portaba en el pantalón. "No amenazó a nadie, pero la mostraba para que todo el mundo la viese y hubo un momento en el que la clavó en uno de los servilleteros", cuentan testigos presenciales, que piden que no se les identifique.

Algunas personas llamaron la Policía Local y a la Guardia Civil y a los pocos minutos se presentaron tres patrullas de la Benemérita procedentes de Cangas, Moaña y Marín. En esos momentos el joven se encontraba en la terraza situada en la parte trasera del establecimiento y no opuso resistencia a los agentes. La Guardia Civil se llevó también del lugar los casquillos del arma de fogueo y que habían recogido los clientes que estaban en el exterior del local.

El hombre responde al nombre de Junior y tras su detención fue trasladado a las dependencias del cuartel de la Guardia Civil de Cangas, mientras se instruyen las diligencias desde el puesto de Marín. Está previsto que a lo largo de las próximas horas pase a disposición judicial en los juzgados de la localidad marinense.