El repunte del número de familias morracenses que carece de medios para llegar a fin de mes constata que la "economía real" está ya en crisis. La asociación Cáritas ha multiplicado su trabajo en los últimos meses y atiende actualmente a casi 200 familias canguesas, muchas de las cuales carecen incluso de recursos para su propia alimentación. Padres y madres de familia que han pasado a engrosar las listas del paro, así como inmigrantes que han visto mermar sus opciones de trabajo son algunos de los sectores que pasan por mayores apuros, según explicaron ayer los representantes de Cáritas durante la firma de un convenio con el Concello por el cual la asociación recibirá 3.500 euros para ayudar a financiar las actividades realizadas durante 2008.

"Cada vez más gente acude a nosotros para que le echemos una mano", explicó una de las integrantes del colectivo, que lamenta la "carencia de medios para atender tantas necesidades". Como ejemplo, relató el de una madre de familia que ayer mismo acudió a la sede de Cáritas con dos de sus cuatro hijos y explicó que su marido se ha quedado sin trabajo, y toda la familia, sin medios económicos para el día a día. "Es duro ver llorar a una madre y tristes a sus hijos por esta situación", dicen. Y no ven la luz al final del túnel, porque "non hay empleo, ni en mar ni en tierra".

Pero este no es un caso aislado. "Encontramos problemas nuevos todos los días, y la gente está muy agobiada", afirman. En esa situación, Cáritas no sólo aporta alimentos y ropa, sino que intenta hacer frente a otras necesidades, como ayudar al pago de hipotecas para evitar el desahucio de los afectados, o a abonar los recibos de la luz para que no se la corten a los deudores. Los responsables de la asociación aseguran que los morracenses "son solidarios", pero aún así las necesidades superan a las donaciones. "Y pensamos que la crisis va en aumento, y que el próximo año será todavía peor", auguran.

Casa dos Pobres

Con muchas peticiones y pocos medios, la necesidad de acondicionar un comedor y un albergue para vecinos en situación precaria y transeúntes es aún más urgente. "Es una actuación prioritaria para dar, por lo menos, un plato caliente de comida a los necesitados", reclaman desde Cáritas. Desde el Concello también lo tienen claro, aunque la crisis obliga a establecer prioridades. La alcaldesa, Clara Millán, explicó que el gobierno local tiene la intención de llevar adelante esa dotación, aunque descarta el proyecto realizado por sus antecesores en el cargo, que contempla la demolición del "simbólico" inmueble. La regidora piensa afrontarlo con ayudas de la Xunta o, en último caso, con fondos propios.