El municipio de Cangas está viviendo un repunte de la delincuencia mientras Moaña mantiene unos índices "aceptables y muy razonables". Así lo aseguró ayer el subdelegado del Gobierno en Pontevedra tras las reuniones que las juntas locales de seguridad de ambos municipios celebraron por la mañana. Delfín Fernández abogó por una mayor coordinación de la Guardia Civil y de la Policía Local canguesas, una cooperación que, afirmó, sí se está constatando entre ambos cuerpos de seguridad en Moaña.

El subdelegado aseguró así que ese incremento de la actividad delictiva en Cangas "tiene bastante que ver" con delincuentes que estuvieron en prisión y que ya abandonaron la cárcel o con personas que habiendo sido detenidas en ocasiones por delitos o faltas nunca se ha decretado su encierro. "Hay una delincuencia autóctona importante", afirmó. Delfín Fernández reconoció también la existencia de "desajustes de coordinación" entre Policía Local y Guardia Civil, desajustes que, indicó, "hay que arreglar". "El concello tiene voluntad política para hacerlo y desde la subdelegación hace cuatro años que estamos trabajando en ello, porque unos y otros se necesitan", dijo respecto a ambos cuerpos.

A juicio de Fernández, la Policía Local tiene más funciones además de las que dicta el concello, tanto en lo relativo a la seguridad ciudadana como a la seguridad vial y respecto a las víctimas de la violencia de género. Por ello insistió en la necesidad de llevar a cabo una labor para tratar de "ordenar y coordinar funciones". "Vamos a tratar de que el edificio de la coordinación se construya con bases sólidas y no se quede sólo en un dibujo formal", algo que, apuntó el subdelegado, está sucediendo ahora. "Sabemos que existen problemas en la plantilla [de la Policía Local] pero con claridad de ideas y con voluntad se irá avanzando", añadió. De hecho, y ante el inicio de la temporada estival, está prevista ya una reunión para el próximo lunes entre Policía Local y Guardia Civil de Cangas para replantear la distribución competencial en materia de tráfico.

Delfín Fernández se refirió también a las órdenes de protección a víctimas de la violencia de género que en el caso de Cangas se dictaron en un número "muy importante" en lo que va de año, superando la treintena, y lamentó que hasta ahora en ese ámbito "no hemos podido contar con el apoyo de la Policía Local". En este punto anunció la creación en el municipio de una mesa de la violencia de género en la que estarán representados Guardia Civil, Policía Local, Centro de Información á Muller y Servizos Sociais. "Si enfocamos este problema desde todas las perspectivas, los resultados serán mejores", auguró, aunque reiteró que "mal podremos hacerlo si la Policía no está en condiciones de asumir responsabilidades en esta materia". Pese a todo, el subdelegado aseguró sentirse "esperanzado" tras la reunión de ayer.

En cuanto a la situación en el Concello de Moaña, Fernández aseguró que en este caso sí se han producido avances "en la práctica" en la coordinación de Guardia Civil y Policía Local y que en breve se dará "un salto" en ese sentido con la firma de un convenio entre el concello y la Secretaría de Estado para la Seguridad. El segundo paso, añadió, será la firma de un protocolo de coordinación entre las dos fuerzas de seguridad en materia de seguridad ciudadana, comunicación, protección a las víctimas de violencia de género y creación de la misma mesa que en Cangas para abordar ese tipo de delitos con apoyo de otros servicios.

En cuanto a los estándares de delincuencia en Moaña, el subdelegado los calificó de "aceptables y muy razonables" teniendo en cuenta las características del municipio. Según sus estimaciones, podría terminar el año con un índice de entre 21 y 22 delitos y faltas por cada mil habitantes, una cifra sensiblemente inferior a la media provincial (30/1.000), que sí supera Cangas, y a la media nacional, que se sitúa en un 50/1.000.

Fernández reconoció un incremento en las estadísticas relativas a los hechos delictivos acaecidos en Moaña en los últimos cinco meses, aumento que sin embargo atribuyó al hecho de que "ahora hay más transparencia", ya que cada actuación tanto de Guardia Civil como de Policía Local forma parte del registro de seguridad del estado, algo que no sucedía antes. Así, las faltas y delitos pasaron de 148 en los primeros cinco meses de 2007 a 172 en 2008 y la cifra de detenidos creció un 66%.