La capilla de Santos Reis de Bueu revivió ayer la histórica tradición de "tomar a parva" con motivo de la festividad de la Ascensión. La pequeña iglesia buenense volvió a celebrar un oficio religioso, al término del cual los fieles y otros vecinos que se acercaron por el lugar, pudieron degustar el aperitivo preparado por los miembros de la Asociación Santos Reis.

La lluvia respetó la celebración, aunque el haber hecho acto de aparición horas antes desanimó a más de uno para pasarse por la capilla. "La gente se asustó y tuvimos menos gente que otros años", señalan desde la organización. Así, alrededor de unas 150 personas se acercaron por la carpa instalada por el colectivo para degustar las raciones de empanada y regarlas con vino y refrescos. Hasta ocho empanadas de dos kilos de peso cada una de ellas, tanto de maíz como de trigo, fueron servidas. Ese aperitivo es lo que tradicionalmente se denominaba "tomar a parva", y que asumían como las personas con más recursos económicos de Bueu la familia De la Rúa para ofrecer unos pinchos a los menos favorecidos.

Para amenizar el aperitivo no faltó un improvisado cantante que aprovechó los altavoces instalados para la misa y un juego de llave en el atrio del recinto religioso. La menor afluencia de gente hizo que incluso sobrara empanada para la tarde y que más de uno se pasase por el lugar para finalizar con las existencias, a la vez que se recogía todo.

La misa de la Ascensión es una de las dos que se celebra anualmente en la capilla de Santos Reis, junto a la de Reyes, día que concentra un mayor número de personas. "Es nuestra manera de que la capilla no caiga en el olvido y tenga algo de actividad", aseguran desde la asociación.

La próxima actividad que desarrollará el colectivo es una concentración en el entorno de la capilla para hacer juegos populares. Para San Martiño se hará, pero ya lejos del lugar, una exposición fotográfica de imágenes antiguas de Bueu procedente del amplio archivo que la asociación ha ido recopilando desde hace años.