M.G. / C.G. /MOAÑA /PONTEVEDRA

Dos individuos atracaron en la mañana de ayer una entidad bancaria en Moaña con una pistola y huyeron en un Fiat 1 de color rojo con un botín de diez euros. Pese a que los dos atracadores entraron en la sucursal con la cara cubierta, la Guardia Civil había identificado ya a los autores a mediodía, sin que hasta el cierre de esta edición se hubiese confirmado su detención. Además, se investiga la relación entre ese suceso y otro similar que se producía hora y media después en una sucursal bancaria en Marín, aunque fuentes próximas al caso prácticamente descartaron la conexión.

La Guardia Civil y la Policía Local de Moaña eran advertidas del atraco en la sucursal de Banesto en la avenida Concepción Arenal pasadas las diez menos diez de la mañana. Una empleada de la oficina que hablaba por teléfono con un compañero de la sucursal de Bueu en el momento en que entraron los atracadores daba la voz de alarma. El primer aviso lo recibía así la policía buenense, que inmediatamente alertaba a los agentes moañeses.

Así, en el momento en que la patrulla llegaba al banco, los atracadores huían en un Fiat 1 de color rojo, un vehículo que había sido robado en Marín. Según fuentes de la Guardia Civil, los dos atracadores vestían cazadora y jersey y se subieron este último para taparse la cara. Uno de ellos amenazó a los empleados de la sucursal con una pistola plateada, un arma cuya autenticidad tampoco pudo ser confirmada. Como resultado del atraco, los dos individuos lograron un botín de diez euros.

Al parecer, en la oficina no había ningún cliente en el momento en que se produjo el atraco y los empleados de Banesto declinaron dar su versión de los hechos. Un cartel en la puerta de la oficina informaba a los clientes de que, "por problemas técnicos", la sucursal no estaría operativa en toda la mañana.

Hora y media después del atraco en Moaña, sobre las once y media de la mañana, dos personas irrumpían en una oficina del Banco Pastor en Marín armados con una pistola (se desconoce si real o de fogueo) e intimidaban a los dos empleados que en ese momento se encontraban en el interior de la sucursal, según declararon los testigos del suceso a los agentes de la Policía Nacional. En este caso se desconoce si los atracadores, que actuaron a cara descubierta, huyeron a pie o en un vehículo. Fuentes próximas a la investigación prácticamente descartaban ayer la relación entre ambos sucesos.