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El fin del fondeo gratis vacía Cíes de mercantes

Eluden el fondeadero de la isla ante la imposición de pagar servicios portuarios y uno que se lo pensó, el "Swany", acabó en Viveiro tras conocer la tarifa del consignatario ► Veiga: "Esto prueba que dábamos demasiadas facilidades a la competencia"

Barcos fondeados en Cíes durante un temporal. // J. Lores

Las abrigadas aguas de Cíes han perdido de repente el tradicional interés que despertaba en los mercantes. En especial entre aquellos que con el pretexto de refugiarse del mal tiempo esperaban aquí órdenes de su naviera sobre el próximo destino o para llegar al siguiente puerto justo para cargar o descargar ahorrando así al máximo los costes de escalas. Pero en la Autoridad Portuaria están convencidos de que la verdadera razón del vacío de barcos que estos días registró la isla es consecuencia de los recientes cambios en la instrucción dirigida a acabar con la picaresca en torno al fondeo gratis. "Que sorprendentemente no hubiera buques significa que dábamos demasiadas facilidades a la competencia", interpreta su presidente.

Enrique López Veiga hace este satisfactorio balance del primer temporal que coincide con la nueva normativa en vigor. Aprobada en el Consejo de Administración del 29 de marzo, la "Instrucción Complementaria relativa al Fondeo en el Puerto de Vigo" -elaborada en estrecha colaboración con Capitanía Marítima- establece una serie de requisitos a los buques de más de 20 metros de eslora para que puedan recibir la autorización de fondeo que si bien en la expositivos de motivos se justifica en salvaguarda del archipiélago joya del Parque Nacional, como ya da a entender el dirigente portuario, persigue provocar un efecto disuasorio en los barcos que emplean estas aguas de forma interesada y aún por encima sin coste alguno para sus armadoras.

Antes de enumerar los requisitos exigidos para la concesión del permiso de fondeo, la citada instrucción concreta lo que debería entenderse por mal tiempo "para evitar disparidad de criterios". Quedado establecido en un aviso de temporal de 8 nudos, lo que equivale a vientos "duros" de 62 a 74 km/h que se reflejan en el mar con grandes olas rompientes. A partir de aquí, el solicitante deberá saber que la autorización se revisará cada 24 horas y supeditada obligatoriamente a la contratación de servicios, entre los fijos, el de consignación. A los mercantes con carga peligrosa les saldrá bastante más cara la estancia porque además de imponerle la asistencia de Prácticos para fijar el punto donde echar el ancla -hay 12 estipulados- tendrá que abonar la presencia de un remolcador escoltándolo durante toda su permanencia en la isla.

Tantas exigencias y tan costosas han acabado por espantar a los mercantes, muchos de ellos conocedores del confortable abrigo que ofrecen estas aguas por recurrir a ellas con frecuencia en sus rutas hacia el norte y sur de Europa. En el Puerto están convencidos de que su normativa ha surtido el efecto pretendido e incluso conseguirá que se refugien en Cíes solo buques que "realmente lo necesiten por razones humanitarias" como la de evitar exponer sus vidas a los temporales.

Un caso significativo

Como prueba de su tesis cita lo ocurrido con el único buque que se pensó este miércoles refugiarse frente a Rodas. De nombre Swany, el capitán de este carguero de 100 metros de eslora que procedente de Sevilla navegaba en ruta hacia Dinamarca tenía la intención de parar en la isla solo que cuando fue informado de que la imposición de nombrar consignatario, "desistió", según la Autoridad Portuaria. Finalmente, este mercante acabaría poniendo proa hacia Viveiro (Lugo) donde permaneció desde la tarde del miércoles hasta la mañana del día siguiente. "Se acabó la picaresca", afirma rotundo López Veiga.

A esta entusiasta lectura del presidente sobre la ausencia de buques en el temporal que acaba de amainar, fuentes implicadas en las operaciones de los buques en la ría viguesa ponen algunas objeciones. Por ejemplo ven "muy prematuro" aventurar que ya no vuelva a repetirse la estampa de Cíes llena de barcos fondeados cuando la normativa lleva apenas diez días en vigor. A esto añaden que el mal tiempo de esta semana, aunque provocó la activación de alerta naranja, careció "de intensidad relevante" como para que los capitanes solicitasen en masa una arribada forzosa. A pesar de estas precisiones sí admiten que en ocasiones de climatología menos adversa que la de estos días se concentraba un "llamativo" número de barcos anclados. Aun así, insisten en la conveniencia de esperar a que azote un fuerte temporal para calibrar el "verdadero" efecto de la normativa.

Conocedor de estas discrepancias, López Veiga subraya, sin embargo, que la estadística de esta semana es incontestable: "Cero barcos en Cíes ". Por esto y por las felicitaciones que ha recibido de diferentes colectivos por la aprobación de la normativa ya se propone ir más allá con "cambios" que permitan al Puerto sacar un rendimiento económico a ese fondeadero. Por catalogarse las aguas de Cíes como "Zona II", Praza da Estrela solo puede cobrar al buque fondeado a partir del cuarto día, un plazo que los capitanes evitan superar, obviamente. "Estamos considerando pasar las aguas de Cíes a 'Zona I', lo que nos permitiría cobrar desde el primer día", confirma. Un trámite que necesitará plasmar en la nueva Delimitación de Espacios y Usos Portuarios (Deup), cuya redacción acaba de iniciarse.

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