"Buena falta hará". La impresión compartida en Bouzas sobre la ampliación propuesta -más 65.000 m2 de superficie y 1.300 metros lineales de atraque- avanza el escenario que se presentará en el plazo más optimista de terminación de la obra: 2024. Será en el entorno de esta fecha cuando las plantas del Polo Ibérico de PSA que lidera Vigo e integrado por Villaverde (Madrid), Opel-Figueruelas (Zaragoza) y Mangualde (Portugal) produzcan al máximo rendimiento. Entre modelos consolidados y nuevos lanzamientos, para ese año el pico de fabricación de las cuatro factorías rebasará la friolera de los 1,5 millones de unidades. Ante la fundada previsión de que el recinto vigués capte una parte de estos vehículos en volúmenes "récord", los operadores esperan que la obra promovida por el Puerto se haga esta vez realidad y sin superar ese plazo.
Todas las empresas que trabajan en el recinto Ro-Ro conocen un esquema de las previsiones de crecimiento de PSA solo que esta vez la experiencia adquirida en anteriores lanzamientos apenas sirven de referencia. Porque el movimiento que se avecina en estos muelles "traerá volúmenes desconocidos hasta la fecha", aseguran. Algunos prevén incluso que la ampliación se quede corta "para paliar la escasez de espacio en terminal solo con que PSA vuelve a los 600.000 vehículos por año".
Las cifras del grupo automovilístico capitaneado por Carlos Tavares que tanto preocupan en la campa boucense contemplan no solo lo producido por el Polo Ibérico. También tienen en cuenta la planta a punto de abrir en Kénitra (Marruecos) que por su intercambio de piezas y motores con Balaídos ya aporta carga en la ruta Vigo-Tánger de Suardiaz. El monto de coches impresiona cuando los operadores hacen el cálculo para la fase de máximo rendimiento previsto dentro de cuatro años: 1,5 millones de coches anuales en conjunto entre las cuatro fábricas más al menos 200.000 unidades de Kénitra. Total: 1,7 millones.
Para ese 2024 remarcado en rojo en sus oficinas, Vigo y Mangualde ya tendrá consolidados las cuatro versiones del modelo K9, y los del todocamino V20 con sus variantes eléctricas. Y Figueruelas, lo mismo con el Corsa, que es un vehículo de muy alto volumen. En cuanto a Villaverde, con un nuevo Citroën en ciernes -un proyecto nominado C-41- planifica su industrialización para mediados de 2020 aproximadamente. Igual horizonte, tal vez un poco más tarde, se marca en la planta magrebí con el 208 y un nuevo modelo.
Toda esta millonaria producción, en mayor o menor medida, saldrá o tocará Bouzas. Como referencia del importante pellizco que podría arañar los operadores vigueses apuntan los últimos datos de Balaídos. El año pasado rozó las 400.000 unidades de las cuales aproximadamente un 90% se exportaron, y en su mayoría, a través del Puerto de Vigo. De ahí que entre los consultados por su valoración sobre la ampliación prevista haya quien lamente que para cuando esté lista, dentro 4 o 5 años, "llegará tarde". "Los 600.000 los tendremos en 2020 ya", avisan.
Los técnicos de la Autoridad Portuaria apuntaron ese plazo como el más corto de los posibles. El proceso arrancó este martes con la publicación en el BOE de la licitación del proyecto constructivo. Además de concretar cómo se ejecuta la ganancia de superficie y atraque -en principio con dos rellenos de 50.000 m2 y 15.000 m2-, el concurso incluye el estudio de impacto ambiental. Este trámite condicionará el tamaño y forma de la intervención pero a posteriori de un plazo de exposición pública con el correspondiente análisis de alegaciones. Solo para este doble cometido la adjudicataria dispondrá de 18 meses. A este plazo los ingenieros del Puerto agregan uno más para que el siguiente concurso, el de ejecución, más otro "al menos" para concluir la obra. "De 4 a 5 años si todo va bien", precisan.
Acostumbrados a exprimir los 460.000 m2 (silo incluido), las empresas de Bouzas no ocultan su preocupación por que el mayor aparcamiento al aire libre de Galicia pueda asumir no ya el movimiento pronosticado para 2024 sino cómo aguantar hasta esa fecha. Recuerda lo sucedido el pasado octubre cuando la terminal acumuló 19.000 coches. En parte provocado por un sobrestocaje de la fábrica combinado con un fallo detectado en una tanda de vehículos concreta ajena a la K9, este imprevisto previsto y su coincidencia con la recién lanzada furgoneta obligaron al operador logístico de Gefco a una búsqueda frenético de lugares alternativos de aparcamiento. Hasta pidió precios a Aena para usar dos plantas del estacionamiento de Peinador. Solo por este episodio los operadores creen que además de necesario la ampliación es urgente.
