Crisis migratoria

Las ONG avisan que el pacto migratorio europeo socava el derecho de asilo

Condena unánime de las organizaciones a un acuerdo que el Gobierno central considera «histórico»

El ministro Torres cree que le falta "ambición humanitaria"

Un migrante rescatado por Salvamento Marítimo es atendido por los servicios médicos.

Un migrante rescatado por Salvamento Marítimo es atendido por los servicios médicos. / EFE

Rubén Acosta

Las dudas que han suscitado en Canarias los términos del pacto de migración y asilo de la UE se han hecho extensivas a las ONG y organizaciones sociales que asisten y trabajan con migrantes, que critican de forma unánime el endurecimiento que, a su juicio, sufre la política migratoria europea con este pacto, el retroceso en los derechos humanos y los obstáculos que se ponen para aquellos migrantes que soliciten asilo en territorio comunitario. Uno de los puntos más criticados es la llamada "solidaridad obligatoria, pero flexible", por el que todos los Estados miembros deberán realojar a solicitantes de asilo en "situaciones de crisis", es decir, picos de grandes llegadas de migrantes a los países de primera línea, entre ellos España, Grecia e Italia a través de Canarias, las islas griegas y Lampedusa, respectivamente. Sin embargo, se podrá eludir esta cuota a cambio del pago de 20.000 euros por cada persona que se rechace reubicar. El dinero irá a un fondo común sin que se haya precisado a qué se destinará. Las organizaciones temen que este dinero "se dedique a medidas de control fronterizo y refuerzo de la seguridad en lugar de a políticas de acogida".

El coordinador de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) en Canarias, Juan Carlos Lorenzo, estima que el pacto "socava el derecho de asilo y los derechos humanos de las personas migrantes". En opinión de Lorenzo "se ha fracasado en la oportunidad de armonizar las políticas de migración y protección en el ámbito europeo y tampoco habrá un reparto equitativo de la responsabilidad entre los Estados miembros". En opinión de la organización se ponen más "obstáculos" a los migrantes que piden asilo en las fronteras y se establece una solidaridad a la carta "donde los Estados pagarán por no realojar migrantes en sus territorios y la presión la seguirán soportando los territorios fronterizos del sur". Frente al calificativo de "histórico" que le da la UE, Lorenzo cree que se trata de un acuerdo "que nos deja huérfanos en derechos".

Clavijo ve un "despropósito" la solidaridad ‘a la carta’ que consagra la Unión Europea

La organización Accem, que trabaja en centros de atención a migrantes en Canarias, muestra su preocupación y lamenta que "un pacto que tenía entre sus objetivos garantizar una protección igual y efectiva en todos los países de la UE para las personas refugiadas, pueda derivar en ampliar más las diferencias a la hora de aplicar los criterios del sistema europeo común de asilo".

Donde las autoridades europeas y el Gobierno de España ven un acuerdo histórico y un avance tras años sin política migratoria común, las entidades sociales ven "la continuación e intensificación de las políticas de contención y disuasión, con el rechazo arbitrario en las fronteras y las expulsiones como núcleo". Asimismo advierten de la situación de vulnerabilidad en la que quedan los menores, que también estarán sujetos a la misma identificación que los adultos.

Sin "ambición"

El contenido del pacto tampoco satisface plenamente al PSOE canario que, pese a considerarlo un avance, también lo ve sin "ambición humanitaria" además de "incompleto e imperfecto" en algunas cuestiones, según dijo ayer el ministro de Política Territorial y secretario general de los socialistas isleños, Ángel Víctor Torres. El dirigente socialista incidió en que se llevaba negociando el pacto migratorio y de asilo desde hace seis años y que se ha logrado bajo la Presidencia española de la UE, y, sobre todo, que es "mucho mejor que lo que hemos tenido hasta ahora". Ha remarcado los mecanismos de solidaridad obligatoria frente a la voluntaria, "que no funcionaba", para la distribución de los inmigrantes entre los países de la UE, y en que cuenta con una respuesta específica de la UE para determinados territorios y para islas como Lampedusa (Italia), El Hierro y el resto de Canarias.

El expresidente de Canarias insistió en que le hubiera gustado que fuera un pacto que respondiera a cuestiones humanitarias con "más ambición", pero remarcó que se logra en una UE en la que "crecen los totalitarismos y la ultraderecha tiene un peso específico", por lo que no ha dudado en señalar que hubiera sido "mucho mejor de haber tenido gobiernos más progresistas".

En esta línea el presidente del Gobierno canario, Fernando Clavijo, dijo ayer en relación con el pacto migratorio que el Ejecutivo está ante un "sentimiento agridulce" ya que "este no es el acuerdo que nos hubiese gustado". Para el jefe del Ejecutivo regional la parte positiva es que hay un pacto por el que Europa puede dar ya una "respuesta común" al fenómeno migratorio. Sin embargo, la parte negativa es que "es un acuerdo que no se ajusta a los derechos humanos y no ejemplifica el espíritu europeo del primer mundo para aquellas personas que buscan una vida mejor".

Yolanda Díaz discrepa de sus socios: "Hay pactos que a veces es mejor no suscribir"

Clavijo tildó de "despropósito" la solidaridad a la carta que recoge el pacto por la cual los países pueden rechazar el realojo de migrantes en sus territorio con una aportación económica de 20.000 euros por cada migrante rechazado y que van a un fondo común que gestiona Bruselas para financiar la política migratoria. Para el presidente del Gobierno "no podemos ponerle precio a la vida de las personas" por lo que "no creo que sea el ejemplo de una Europa solidaria en la que nosotros nos sintamos representados".

Equilibrio

Por el Gobierno central los ministros de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, y de Interior, Fernando Grande-Marlaska, defendieron el pacto conseguido tras las arduas negociaciones de los últimos días. Albares afirmó que el pacto de migración y asilo alcanzado entre las instituciones de la UE es positivo porque "establece un buen equilibrio entre responsabilidad y solidaridad" en la acogida de migrantes, lo calificó de "histórico" porque sienta las bases de un sistema común destinado a facilitar la acogida de solicitantes de asilo e impulsar los retornos de quienes no tengan derecho a permanecer en territorio europeo.

Por el lado contrario la líder de Sumar y vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, considera que el nuevo Pacto de Migración y Asilo acordado en la UE es un "paso atrás sin precedentes" que retrocede a una Europa fortaleza y que "abre las manos a la agenda de la extrema derecha en Europa". "Hay pactos que a veces es mejor no suscribir", ha afirmado Díaz y lamentó que el acuerdo cerrado el miércoles en Bruselas restrinja la ley del derecho de asilo.

Tras remarcar que desde Sumar respetan los derechos humanos, la legalidad internacional y no comparten las devoluciones en caliente "por ilegales", Díaz ha reconocido que tienen "muchas discrepancias" con el PSOE: "Los derechos humanos no son relativizables en ninguna parte del mundo", ha aseverado. 

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