Coches de combustión hasta 2035

El Gobierno británico da marcha atrás en la implementación de las políticas verdes

El primer ministro británico avanza un "nuevo enfoque" en sus políticas climáticas que incluye reducir o retrasar algunos de sus objetivos para rebajar las emisiones de CO2 en los próximos años

Sunak anuncia un "nuevo enfoque" contra la crisis climática.

Sunak anuncia un "nuevo enfoque" contra la crisis climática. / EFE

Lucas Font

El Gobierno británico ha dado un nuevo paso hacia atrás en la lucha contra el cambio climático. El primer ministro, Rishi Sunak, ha anunciado este miércoles que ampliará hasta 2035 el plazo para acabar con los vehículos de combustión, cinco años más de lo previsto, y que dará más tiempo a los hogares para que reemplacen sus calderas de gas por otras más eficientes a nivel energético. Unas medidas que han puesto en pie de guerra incluso a miembros de su partido y también a representantes de la industria automovilística, que piden claridad al Ejecutivo para poder poner en marcha sus planes con las suficientes garantías.

Sunak ha justificado las nuevas medidas asegurando que el Reino Unido es uno de los países que más está cumpliendo con las metas climáticas y que no es el momento adecuado para pedir más esfuerzos a las familias. "Estoy confiado en que podemos adoptar una posición más pragmática, proporcionada y realista para llegar a los objetivos de neutralidad carbónica, aliviando la carga sobre la gente trabajadora", ha dicho el primer ministro, quien ha insistido en que mantendrá el objetivo de reducción de emisiones en un 68% en 2030, respecto al volumen registrado en 1990.

División conservadora

El anuncio de Sunak ha caído como un jarro de agua fría entre los diputados conservadores más activos en la lucha contra el cambio climático, entre ellos el antiguo secretario de Estado de Medio Ambiente, Zac Goldsmith, quien dimitió el pasado junio por las discrepancias con la política climática impulsada por Sunak. "Su breve mandato como primer ministro será recordado como el momento en que el Reino Unido dio la espalda al mundo y a las generaciones futuras. Un momento de vergüenza", ha señalado Goldsmith, quien ha afirmado que muchos diputados 'tories' y miembros del Gobierno le han dado la razón.

Sunak ha cedido a la presión de algunos miembros del ala más dura de su partido, que estaban pidiendo desde hace meses el aplazamiento de algunas de las metas fijadas en materia climática. La ministra del Interior, Suella Braverman –conocida por ser la cara visible de la polémica política migratoria del Reino Unido– ha sido tajante esta mañana en una entrevista a Sky News: "No vamos a salvar el planeta arruinando a los británicos". Otros miembros del partido han celebrado la implementación de las nuevas medidas, en un movimiento que confirma definitivamente el giro de Sunak en materia climática.

Explotación de petróleo

El primer ministro ya tomó hace apenas unos meses la polémica decisión de conceder cerca de un centenar de nuevas licencias para explotar yacimientos de gas y petróleo en el Mar del Norte. Una medida que provocó una acalorada reacción por parte de las organizaciones ecologistas y de la oposición, que entonces ya acusaron al Gobierno de poner en riesgo los objetivos de neutralidad carbónica fijados para 2050. Sunak ha insistido en que mantendrá estos objetivos, gracias a los avances que el Reino Unido ha hecho hasta ahora en materia climática, aunque ha rechazado imponer nuevas cargas a la población.

Además de alargar el plazo para el fin de los coches de combustión y las calderas de gas, el Gobierno británico también ha anunciado que no impondrá nuevas tasas a los viajes en avión o al consumo de carne, así como tampoco estimulará el uso compartido de vehículos ni establecerá un número mínimo de basuras en los hogares.

Giro estratégico

El giro de Sunak ha sido interpretado como un movimiento destinado a atraer al sector de la población más afectado por la crisis inflacionista, que ha situado al Reino Unido como uno de los países occidentales con la tasa más alta (un 6,7% en el último mes). La inesperada victoria de los 'tories' en la circunscripción electoral de Uxbridge and South Ruislip el pasado junio –una zona al oeste de Londres altamente afectada por las restricciones a la circulación de vehículos contaminantes, aprobadas por el alcalde laborista, Sadiq Khan, y contestadas por el candidato de Sunak– dio alas a los conservadores más escépticos para creer que su oposición a las restricciones cuenta con el apoyo mayoritario de la población.

La decisión anunciada este miércoles, sin embargo, ha despertado las críticas de empresas automovilísticas como Ford y también de compañías energéticas, que sostienen que el impacto negativo de las políticas verdes en la economía familiar es un falso argumento del Gobierno. "Corremos el riesgo de condenar a la gente a vivir muchos años más en casas frías y con corrientes de aire que resultan caras de calentar, en ciudades obstruidas por el aire sucio procedente de los combustibles fósiles", ha alertado el presidente de la energética E.ON en el Reino Unido, Chris Norbury.