Aunque el ultimátum de Bruselas a Londres expira esta misma semana, Londres sigue sin ceder y de momento mantiene los elementos más controvertidos de la ley de mercado interno que vulneran el pacto del "Brexit", lo que aleja un acuerdo sobre la relación futura.

El Gobierno británico mantuvo ayer la tramitación de la ley, que fue aprobada en la Cámara de los Comunes. El proyecto pasará ahora a la Cámara de los Lores, donde se espera que tenga mayor oposición, ya que los conservadores no cuentan con mayoría, aunque eso no impedirá que la norma salga adelante.

El primer ministro, Boris Johnson, se niega a ceder ante la exigencia de Bruselas de mantener íntegro el pacto. Johnson acusa a la UE de estar negociando "de mala fe", y alega que las modificaciones con las que se pretende legislar sobre ayuda estatal y el certificado de exportaciones en Irlanda del Norte son una salvaguarda para bloquear un uso abusivo o irracional del mecanismo por parte de la UE.

Pese a la falta de avances en este terreno, ayer arrancó en Bruselas la novena ronda de negociaciones, la última proyectada hasta el momento, y que se prolongará hasta el viernes. Aunque el Gobierno británico se ha fijado mediados de octubre como plazo límite para llegar a un acuerdo sobre el futuro acuerdo comercial, los escasos avances en materia de ayudas de estado, competencia o pesca hacen pensar en Bruselas que las negociaciones podrían prolongarse hasta finales de octubre o principios de noviembre. "Todavía no sabemos cuál puede ser la zona de aterrizaje. Las próximas semanas serán decisivas para el resultado final", advirtió el coordinador del Parlamento Europeo, el alemán David McAllister.