Meses antes del crimen, José Enrique Abuín fue con un amigo a la nave de Asados. Según ha declarado el testigo, le enseñó un pozo que había en el sótano y lo abrieron con un hierro. Era el pozo en el que ocultó a Diana Quer. Un agujero de diez metros de profundidad en el que permaneció el cadáver de la joven quinientos días. Durante ese tiempo Abuín le aseguró a su amigo que nunca encontrarían a Diana. Ambos fueron en varias ocasiones en busca de chicas. Según ha declarado el testigo, al Chicle le gustaban las jóvenes morenas y de pelo largo. Incluso merodeaban por institutos de la zona y El Chicle llegó a acosar de alguna menor a través de las redes sociales. Fue la noche del 24 de diciembre de 2017 cuando abordó a tres jóvenes en una calle de Boiro. Paró su coche junto a ellas y les insistió de que se subieran al coche con él. Cuatro días después lo detuvieron.