Las operaciones en Vigo disparan un 63% las incautaciones a los furtivos en Galicia

El balance de Gardacostas en 2023 se salda con 58,5 toneladas decomisadas pese a un alza de solo el 5% en las inspecciones | La actuación en un frigorífico olívico, clave

Los tiburones incautados en un frigorífico de O Berbés

Los tiburones incautados en un frigorífico de O Berbés / Gardacostas

Adrián Amoedo

Adrián Amoedo

Investigadores de la Universidade de Santiago de Compostela (USC) publicaron el mes pasado un estudio pionero en el que intentaban poner cifras a los efectos del furtivismo en Galicia. Los expertos del departamento de Economía Pesqueira e Recursos Naturais calculan que en la comunidad operan casi 2.600 pescadores que trabajan sin permisos y que, entre 2012-2020, se hicieron con 660 toneladas de pescado y marisco. Grandes números que se siguen incrementando con cada curso que pasa. Según los cálculos del Servizo de Gardacostas de Galicia, a esa cantidad habría que sumarle las 97,5 toneladas decomisadas entre 2021 y 2022, así como las 58,5 del pasado año, una abultada cantidad que se explica por los operativos de los inspectores en el área de Vigo.

El balance realizado por el ente dependiente de la Consellería do Mar refleja que las inspecciones tan solo crecieron un 5% respecto a 2022, acercándose a las 11.000 (en concreto, 10.987), pero las incautaciones se dispararon un 62,8%, hasta los 58.526 kilos, debido principalmente a un operativo especial que se realizó en O Berbés y que respondía a una operación internacional contra la pesca ilegal.

A mediados del pasado noviembre, miembros de Gardacostas se hicieron con casi 25 toneladas (24.803 kilos) de tiburón y 49 kilos de aletas cortadas de esta misma especie de escualo en un operativo llevado a cabo en un almacén frigorífico de Vigo. En aquella actuación, el servicio de la Xunta explicó que el cargamento provenía de un buque congelador con bandera angoleña que lo había capturado, sin permiso, en el Atlántico sur.

Así, los operativos coordinados por los servicios centrales de Gardacostas representan la mitad de los decomisos de todo el año pasado, con 32,9 toneladas, mientras que la incautación en el frigorífico olívico supone un 75% de estas.

Pero el operativo de los escualos, un trabajo menos habitual de los guardacostas gallegos, no es el único que hace que en el balance de 2023 se ponga el foco en Vigo. De hecho, el área geográfica que va desde A Guarda hasta la ría fue en la que más pescado y marisco capturado ilegalmente se interceptó. Fueron 5.724 kilos, 468 menos que el año anterior.

El Top 3 por zonas –con labores de inspección varían en función de las necesidades y la planificación– lo completan la que va desde la playa de A Lanzada pasando por toda la ría de Pontevedra y de Aldán (5.249 kilos) y la de Corrubedo y la ría de Arousa (4.844), tanto en la parte norte como la sur. Con números menores están el área que va de Fisterra a Porto do Son (3.886); de Malpica a Fisterra (2.232); de A Coruña a Malpica (1.190); la zona de Ferrol (1.223) y la de la costa lucense (245).

De igual forma, se aprecia un significativo cambio en las artes y herramientas de pesca incautadas a los furtivos. En total fueron 27.823, un 22,6% menos que el curso precedente. En aquella ocasión, de los casi 36.000 artes ilegales de las que se apropiaron casi 12.000 eran “cacharros” prohibidos para coger pulpo y que se fueron hallados en la zona marítima cerca del río Miño.

En cuanto a las infracciones detectadas, y también pese al aumento de las inspecciones realizadas, se redujeron en un 7,2%, lo que según fuentes de la Xunta puede venir dado “por una mayor concienciación del conjunto de la actividad sobre la importancia de erradicar la lacra del furtivismo”. Fueron 2.651, frente a las 2.858 de 2022.

Estrategia

Desde Mar explican también que el balance “reafirma el buen resultado de la estrategia de los guardacostas de adaptar sus controles a las zonas, épocas y especies de más relevancia”. Una labor, la de los inspectores, que se ve “reforzada” por la renovación de la propia flota que utilizan, con cinco embarcaciones construidas por Rodman Polyships y otras dos en fase de adjudicación. Si no hay sorpresas, será la cambadesa Astilleros Polináutica la encargada de fabricar las nuevas unidades.

Con estas labores de control, desde Gardacostas se busca que solo lleguen a los mercados productos procedentes de los canales legales, además de proteger los recursos marinos y evitar el daño que provoca la lacra del furtivismo a los profesionales del sector dada la importancia socioeconómica que tienen en Galicia las actividades pesquera y marisquera.

En lo que respecta a este año, todavía no hay cifras disponibles, si bien una de las últimas actuaciones comunicadas tuvo lugar en Mugardos, a finales del mes pasado, con un total de 167 kilos de vieira incautados, así como numerosos utensilios utilizados para su extracción ilegal.

Suscríbete para seguir leyendo