El éxodo de la flota llega a los barcos nuevos: un pesquero de siete años, a Marruecos

El "Jomafran", de casi 30 metros de eslora, fue construido por Armón

El "Jomafran", construido por Armón

El "Jomafran", construido por Armón / Armón

Lara Graña

Lara Graña

La actividad pesquera extractiva en España no deja de sufrir bajas. Las restricciones a la actividad en aguas comunitarias, la subida de costes y la falta de relevo generacional están detrás del éxodo constante de embarcaciones a otros caladeros, con nuevo pabellón, para probar suerte en aguas más rentables.

Es una tendencia, la de la exportación de pesqueros a otros países, sobre todo africanos, que se ha agudizado en los últimos cinco años, como ha advertido FARO. La diferencia ahora radica en la edad de los buques que abandonan la bandera española.

El Nuevo Santillana, renombrado como Omake Ativali con puerto base en Walvis Bay, fue construido en 2004. Pero los dos últimos buques perdidos son prácticamente de nueva construcción. Es el caso del Manolo del Terín, como ya avanzó este periódico, y del Jomafran.

Puente de mando del "Jomafran"

Puente de mando del "Jomafran" / Armón

Este ha sido el último en causar baja, de acuerdo a los registros de la Comisión Europea. Se trata de una unidad de cerca de 30 metros de eslora y construido en 2017 por Astilleros Armón para la empresa Pesqueras Alfonso, de Huelva. Ha sido validado, con fecha efectiva del 4 de marzo, su cambio de pabellón al de Marruecos.

El caladero marroquí es una de las grandes apuestas de las armadoras que, a través de alianzas locales, explotan el rentable recurso de los cefalópodos.