Jealsa despide a los tripulantes de sus atuneros a la espera de otro caladero

Los dos barcos están amarrados en Canarias junto a otros del sector | Algunos de los marineros ya encontraron acomodo en otras armadoras

Los atuneros de Jealsa, amarrados en Las Palmas.

Los atuneros de Jealsa, amarrados en Las Palmas. / Nicolás Arocha

A. A.

El sector atunero español vive una crisis en el océano Atlántico, cuya flota trabaja arrinconada por la restrictiva normativa pesquera, la escasez de pescado y la “invasión” de la flota asiática, que actúa desde los puertos que controla en África. En medio de la ya tradicional veda de comienzo de año, las armadoras aprovechan para reparar sus unidades o paran sus barcos, como los de Jealsa o Albacora, que se “refugian” en Las Palmas de Gran Canaria mientras negocian acuerdos en el Pacífico. Allí están los buques de la primera, el Sant Yago Uno y el Sant Yago Tres, junto al macicero Irene. Según fuentes del sector consultadas, los tripulantes de estas embarcaciones fueron despedidos.

Como avanzó FARO, el despliegue de la flota asiática y regulaciones como la limitación del uso de los FAD (Fish Aggregation Device, sistemas empleados para la concentración de peces que facilitan la captura de los túnidos), implantada por la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (Iccat), complican mucho la operativa de la flota, que baraja dejar el Atlántico.

En el caso de Jealsa, por su parte, decidió amarrar sus barcos en Canarias y, según confirman las fuentes del sector consultadas, se optó por despedir a sus tripulaciones. “Hablamos de que son 50 gallegos que se quedan sin trabajo, todos a la calle”, explican.

Otras fuentes de la industria añaden que algunos de los marineros afectados han logrado encontrar ya acomodo en diferentes casas armadoras del sector o de la flota, cuya necesidad de personal cualificado es muy alta en todos los segmentos, tanto en la bajura como en la altura y gran altura.

La flota que hasta ahora operaba Jealsa en el Atlántico está compuesta por los atuneros Sant Yago Uno y Sant Yago Tres, dos unidades de casi 80 metros de eslora por 13,5 de manga que ondean pabellón de Guatemala. Las dos fueron construidas en 1991 por parte de Astilleros de Huelva. La flota se completa con el macicero, un barco auxiliar que ayuda en las labores de pesca, y en su día estaba también el Sant Yago Dos, buque que se hundió tras sufrir un incendio en 2008. Por el momento, no está prevista la venta de estas unidades y la idea es que, cuando se encuentre otro caladero, regresen al trabajo.

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