Una odisea submarina contra la pesca “invisible”

Buzos gallegos se suman al último proyecto de Clean Atlantic para liberar a la ría de Vigo de los restos de redes

Ya habían viajado hasta Cíes años atrás, cuando lograron retirar más de media tonelada de aparejos de pesca de su fondo, pero este 2023 volvieron a Vigo para seguir luchando contra las redes que descansan en la ría; redes que no dejan descansar a su fauna. Clean Atlantic es un proyecto a largo plazo que se echó a la mar por primera vez en 2017, hecho con especial cariño para cuidar los ecosistemas del Atlántico Norte. Culminó el pasado mes de junio, tras diferentes y muy intensas campañas como las que se han desarrollado en la provincia de Pontevedra, pero la odisea submarina no ha hecho más que comenzar.

Se trata de una lucha de la que acaba de dar cuenta el Centro Tecnológico del Mar (Cetmar), coordinador de la iniciativa, a través de un vídeo que ha publicado en su perfil de X, antigua Twitter. La pieza audiovisual muestra imágenes sobrecogedoras, en las que la angustia llega a brotar por momentos al ver a pececillos y cangrejos atrapados entre toda clase de basura. Son algunos de los animales que durante su incursión, desarrollada simultáneamente en marzo en Melide y la isla de Toralla, se consiguieron rescatar. Animales que habrían sido víctimas de la pesca “invisible”.

Esta práctica no es otra que la que ejercen aquellos aparejos de pesca que, normalmente tras ser abandonados en el mar como consecuencia del fuerte oleaje que traen consigo los temporales, terminan capturando involuntariamente a parte de la fauna acuática. “Es complicado abordarlos”, comenta Marisa Fernández, encargada del área de control y gestión del medio y de los recursos marinos del Cetmar y también del proyecto Clean Atlantic, de rango europeo y en el que han participado hasta ahora una veintena de organismos de España, Francia, Portugal, Irlanda y Reino Unido.

Conforme destaca la responsable del Centro Tecnológico del Mar, “no todo aparejo debe ser retirado”. “Si lleva mucho tiempo, seguramente ya haya formado un ecosistema, y a veces es más dañino recuperarlo que dejarlo donde está, porque con el tiempo pierden la capacidad de pescar. Por eso es muy importante hacer un análisis del riesgo-beneficio de su retirada”, explica en declaraciones a FARO.

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pie.   | // FARO

Uno de los buceadores que participaron en la campaña de recogida de aparejos en la ría de Vigo / Cetmar

Socios “made in Galicia”

En su caso, esta entidad dependiente de la Xunta se puso en contacto con más de una decena de clubes de buceadores para colaborar en la iniciativa, a la que también se sumó el Servizo de Gardacostas. El modus operandi consistió en identificar las localizaciones de los aparejos, analizar las posibilidades de extraerlos del fondo de la ría de Vigo, liberar los peces y crustáceos –sobre todo centollas–, y preparar las operaciones de izado de las redes, con el objetivo de eliminar estos desechos que, de otra manera, habrían seguido “faenando” bajo las profundidades, dañando a parte de la biodiversidad con su consecuente impacto ecológico y económico.

Arriba, uno de   los buceadores      que participaron en la campaña de recogida de aparejos en la ría de Vigo. Debajo, algunos de los animales que fueron liberados de las garras de las redes. |  // CETMAR

Otro de los animales que fueron liberados de las garras de las redes. / Cetmar

Financiado por Espacio Atlántico, Clean Atlantic ha contado con la participación de grandes socios gallegos como el Centro Oceanográfico de Vigo, Intecmar o la Universidade de Santiago de Compostela (USC). Tal como avanza Fernández, pese a que el proyecto ya ha concluido van a seguir abordando esta problemática e intentando darle “una cobertura geográfica mayor”. En diciembre se va a lanzar un nuevo proyecto que ya ha sido aprobado y que extrapolará los trabajos realizados en la provincia de Pontevedra –en 2022 también estuvieron en Punta Borneira– al resto de Galicia.

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