Pesca gallega

El ínfimo consumo de pez espada expone a la flota de Orpagu a perder 20 millones

El palangre guardés, contra las cuerdas, advierte que la demanda ha caído un 40%, lo que está obligando a retener en almacenes mucho del producto que traen sus barcos

Subasta de pez espada en la lonja de O Berbés (Vigo).

Subasta de pez espada en la lonja de O Berbés (Vigo). / Ricardo Grobas

Los recortes que la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (Iccat, por sus siglas en inglés) acordó este mes en relación a la tintorera mantienen en vilo a buena parte del palangre gallego. Se trata de descensos del 23% y 4% para los caladeros del Atlántico Norte y Sur, en comparación a las capturas disponibles este año, si bien es un problema a futuro, con el que tendrá que lidiar la flota en 2024. Por el momento, la prioridad del sector es otra. Al menos en el caso de A Guarda. La Organización de Palangreros Guardeses (Orpagu) lleva meses conteniendo la brutal caída del consumo de pez espada, que está obligando a retener en almacenes, congelado, mucho del producto que traen sus barcos. De seguir así, la entidad prevé pérdidas por valor de 20 millones. Un costo inasumible a medio plazo para algunos de sus buques, que incluso podrían parar.

“Es algo que nos preocupa muchísimo. Es nuestro pescado de mayor valor comercial y el más importante”, explica la gerente de la agrupación, Juana Parada. Las grandes cantidades que no absorbe el mercado y se están “estocando” responden a un descenso de la demanda del 40%, repartido en nichos tan importantes como la hostelería o el retail. Sus principales clientes se están inclinando por alimentos más económicos, lo que ha llevado a acumular más y más mercancía como solución temporal. 

Así pues, casi todo lo que están llevando los buques a tierra se está guardando, y se libera parte de las provisiones que hay, miles de toneladas, en función de los pedidos que llegan. El problema ante la mayor oferta también afecta al precio del pez espada, en concreto el de la primera venta, el importe que se llevan los productores. Hace dos años cada kilo rondaba los 9 euros, ahora los compradores no pagan más de 5 y para cubrir gastos debería estar en 7.

Curiosamente, esta bajada del precio que Orpagu siente y está poniendo contra las cuerdas a muchos armadores no se está replicando a los supermercados y demás grandes superficies. En estos espacios, el kilo de pez espada se aproxima a los 19 euros, por lo que los pescadores están viendo cómo sus márgenes de beneficios se están viendo cercados en beneficio de los distribuidores.

La Organización de Palangreros Guardeses realizó este miércoles una reunión multitudinaria, en formato híbrido y a la que se conectaron profesionales que están faenando en alta mar. Además de comunicar los últimos resultados alcanzados en la cumbre de Iccat respecto a la tintorera, también importante para el gremio, en el encuentro quedó claro que la disminución del precio de pez espada debe trasladarse al consumidor final para reactivar de alguna forma su venta.

“A lo mejor esto podría llegar con la reducción del IVA del pescado”, afirma Parada, reiterando una petición que ya es clamor general dentro del sector pesquero. Precisamente, con motivo de la constitución del nuevo Gobierno PSOE-Sumar, el presidente Pedro Sánchez anunció que se extenderá hasta junio de 2024 la rebaja del impuesto sobre el valor añadido en algunos alimentos básicos. Una cesta en la que no están los productos del mar, pese a sus reconocidos beneficios para la salud.

Lo cierto es que el almacenamiento de pez espada en masa, esperando a que su demanda y precio vuelva a aumentar, es un parche cortoplacista para la flota de A Guarda, para la que será imposible asumir esta situación cuando necesite los ingresos necesarios para seguir haciendo frente a sus costes: gasóleo, salarios o mantenimiento de buques, entre muchos otros. “Algunos van a tener que tomar la decisión de amarrar el barco, de parar, porque no van a poder sostenerlo. Si esto perdura no podrán”, advierte la gerente de Orpagu. “Están saliendo al mar en negativo, sabiendo que van a volver en negativo y que están incrementando una bola de gastos. Van a salir al mar sabiendo que van a regresar con 200.000 euros menos, y son pequeñas empresas familiares que eso no lo pueden sostener”, remarca asimismo.

Migración por la tintorera

En cuanto a los acuerdos anunciados en el último evento organizado por la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico, relativos a la tintorera, la entidad no descarta que algunos de sus asociados se desplacen del Atlántico Sur al Atlántico Norte, donde pese a que la reducción de las capturas es mayor habrá más cantidad disponible (30.000 toneladas en el Norte frente a las 27.711 del Sur). Parte de su flota faena en aguas próximas a Namibia, pesqueros de armadores que en la reunión mantenida este miércoles ya manifestaron que están estudiando cómo planificarse.

“Algunos optarán por regresar al Atlántico Norte; otros optarán por irse al Índico, a lo mejor por cercanía; y el resto se quedará en el Sur. Eso sí, va suponer un movimiento, por eso comentamos que (Iccat) tiene que tener en cuenta, cuando se toma una decisión en una zona específica, que eso automáticamente influye en otras zonas donde también aumenta el esfuerzo”, señala Parada.

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La Confederación Española de Pesca (Cepesca) emitió ayer un comunicado en el que afirma que “confía” en que el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) “sea eficaz” en la gestión de la “abundante documentación” que va a exigir la pesca y comercialización de la tintorera (también denominada tiburón azul o quella) tras su inclusión en el Apéndice II de CITES, vinculado a especies que no están necesariamente amenazadas por la extinción, pero cuyo comercio debe ser controlado para evitar esa posibilidad. El sector, que manifestó reiteradamente su incomprensión por esta decisión a tenor de los datos sobre las poblaciones y su evolución, recordó “los problemas causados por la deficiente gestión de la especie marrajo dientuso”, ya bajo la misma medida.

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