Un error en una inspección fuerza a un buque vigués de Gran Sol a volver a tierra

El “Novo Morriña” tuvo que cortar la marea una día y medio antes de lo previsto por usar una malla supuestamente no reglamentaria

El “Novo Morriña”, amarrado en Beiramar.   | // L.G.

El “Novo Morriña”, amarrado en Beiramar. | // L.G. / A. A.

A. A.

Una inspección en alta mar obliga a cortar la marea de un pesquero vigués de Gran Sol al señalar, por error, una infracción. El arrastrero Novo Morriña se encontraba faenando en el Mar Céltico cuando fue abordado por una de las nuevas patrulleras de la Agencia Europea de Control de la Pesca (EFCA). Pese a las explicaciones del patrón, la inspectora encargada señaló que el buque estaba usando una malla no reglamentaria, por lo que fueron precintadas tanto la bodega como los aparejos, forzando al barco a regresar a tierra día y medio antes de lo previsto. La Cooperativa de Armadores de Vigo (ARVI), a la que pertenece el arrastrero, intentó aclarar el asunto con la Secretaría General de Pesca, que finalmente ha dado la razón a la armadora.

La flota que trabaja en el Mar Céltico puede utilizar una malla romboidal de 100mm luz en el copo y 100 mm luz de malla cuadrada en la manga del aparejo si las capturas a bordo superan el 55% entre merluza, gallo y rape. En cambio, si es inferior debe ser de 160mm luz para esas aguas.

En el caso del Novo Morriña, la inspectora entendía que el buque estaba usando una malla que no estaba permitida en las circunstancias en las que se encontraba en ese momento en el Mar Céltico. “Se negó a revisar la última modificación del reglamento de medidas técnicas y lo envió a puerto, a Vigo”, explican fuentes consultadas por este medio, “con un acta de inspección que implicaba que estaba utilizando una malla no reglamentaria”.

Petición

Tras la petición de ARVI a Pesca, los servicios jurídicos comprobaron que tanto el patrón como la armadora estaba en lo cierto y que el acta de inspección era errónea, por lo que se acordó levantar las medidas provisionales adoptadas, que consistían en ese precinto de bodega y aparejos.

Desde la Cooperativa, además, enviaron una comunicación a sus armadores para que recordasen a sus patrones las medidas de malla a utilizar en el caladero.

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