Asedio total en alta mar

El informe de la Ciaim sobre el accidente del “Playa de Rodas” y un potero chino describe maniobras de intimidación contra el pesquero gallego que se prolongaron durante más de tres días

El “Lu Rong Yuang Yu 178”, poco antes de hundirse.

El “Lu Rong Yuang Yu 178”, poco antes de hundirse. / Ciaim

Lara Graña

Lara Graña

Esta es la historia de un pesquero, el Playa de Rodas, y una manifestación de seis poteros de pabellón chino con mismo nombre y casi idénticos apellidos: Lu Rong Yuang Yu 178, 696, 667, 678 y 698. Con veintisiete tripulantes en el primero, de la armadora morracense Pesqueras Gadimar, y en torno a veinte por cada uno de los de bandera asiática, propiedad de Rongcheng Rongyuan Fishing. Un relato que incluye un abordaje, un naufragio –sin víctimas mortales– y una persecución de película que se prolongó durante más de tres días. Spoiler: terminó bien para los marineros gallegos y para la integridad de la embarcación, de 55 metros de eslora y construida por Astilleros Gondán en 1988.

Hay que viajar a febrero de 2020 y al caladero de Cono Sur, fuera de las 200 millas de aguas jurisdiccionales argentinas. Los detalles del relato parten de las pesquisas realizadas por la Comisión Permanente de Investigación de Accidentes e Incidentes Marítimos (Ciaim), dependiente del Ministerio de Transportes y divulgado hace unas semanas. El Playa de Rodas navegaba rumbo sur para cambiar de zona de pesca cuando avistó, a unas dos millas, al Lu Rong Yuang Yu 178. Y la cuestión no es cómo se produjo el abordaje, que ya analizó este periódico y cuyas causas se han atribuido a un despiste en el puente de mando del pesquero de Bueu, sino lo que se produjo después.

Asedio total en alta mar

El “Playa de Rodas” tras el abordaje. / Ciaim

A las 3:10 horas de la madrugada fue cuando se produjo el abordaje: la amura de estribor del Playa de Rodas impactó contra el costado de estribor del potero Lu Rong Yuang Yu 178. “Una vez se confirmó la ausencia de vías de agua, el capitán trató de contactar con el buque de bandera china, pero no obtuvo respuesta”. Este diálogo no existiría casi en ningún momento. Los tripulantes del pesquero gallego observaron, poco después, la llegada de un potero de la misma empresa a la zona, que se abarloó junto al accidentado. “Se inició el desmantelamiento y el transbordo manual y con grúas de todo tipo de equipos, pertrechos y capturas”, además de cortar con una radial los brazos articulados de estribor –para la pesca de pota– y lanzarlos al mar. Ya eran dos los Lu Rong en el lugar del siniestro, pero llegaría un tercero solo cuatro horas después del golpe.

Dos perspectivas distintas de los daños sufridos en el bulbo de proa.

Dos perspectivas distintas de los daños sufridos en el bulbo de proa. / Ciaim

El capitán del Playa de Rodas pudo interactuar con su homólogo de forma muy breve, cuando el primero le ofreció bombas de achique para controlar la vía de agua. El asiático las rechazó. El Lu Rong Yuang Yu 178 iría a pique horas después, ya sin tripulación a bordo y tras el intento infructuoso de sus hermanos por remolcarlo. “Ante la falta de respuesta a los ofrecimientos para prestar ayuda y, en general, los intentos de establecer comunicación, el buque [español] abandonó la zona para continuar la campaña de pesca”, prosigue el informe. Los daños no ponían en peligro la estabilidad del pesquero, que sería reparado en un dique seco del puerto de Montevideo. Esa vuelta a los trabajos no fue nada sencilla.

  • Los barcos implicados

    Playa de Rodas España Lu Rong Yuang Yu 178 China Lu Rong Yuang Yu 696 China Lu Rong Yuang Yu 667 China Lu Rong Yuang Yu 678 China Lu Rong Yuang Yu 698 China Lu Rong Yuang Yu 058 China

“Al día siguiente [11 de febrero], el Playa de Rodas comenzó a sufrir el hostigamiento de otros tres buques”, con el mismo nombre que el que había abordado pero con distintas terminaciones: 058, 678 y 698. “Lanzaron bengalas sobre su cubierta y se realizaron intentos de sabotaje”, arriando trozos de cabos con el objetivo de inutilizar la hélice. También recibieron amenazas de muerte por telefonía. Los mandos del barco se vieron obligados a informar de la situación a Madrid, al Centro de Seguimiento de Pesca, que le recomendó acercarse a la milla 200 de Argentina para recibir protección de la Prefectura Naval. No fue necesaria si intervención, finalmente, pero el Playa de Rodas no pudo volver a la faena hasta el día 13.

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