El papa expresó ayer en un telegrama enviado al arzobispo de Santiago de Compostela, Julián Barrio, su pésame y su cercanía a las familias de las víctimas del naufragio del pesquero gallego en Canadá.

Francisco ha querido enviar sus “sentidas condolencias” y ha calificado de “triste noticia” el naufragio del Villa de Pitanxo cerca de las costas de Canadá, con tres supervivientes y que se ha cobrado la vida de nueve personas, mientras que otras doce permanecen desaparecidas.

El papa ha mostrado su cercanía y su solidaridad “en estos momentos de aflicción”, en la misiva que, como es habitual en estos casos, ha sido enviada por el secretario de Estado, el cardenal Pietro Parolin, en nombre del Pontífice.

Francisco ha “confiado a dios sus plegarias por el eterno descanso de las víctimas y manifiesta su cercanía a las familias que lloran a sus seres queridos”, se lee en el telegrama. Así, ha encomendado “a la misericordia del señor y al maternal cuidado de la madre de dios a las personas afectadas por este percance”.