La reunión de ministros de Pesca de la Unión Europea comienza hoy para decidir las cuotas del próximo año tanto en aguas ibéricas como del Mediterráneo, a la espera de alcanzar un acuerdo con Reino Unido para el reparto de los demás cupos, incluidos los de Gran Sol. Los esfuerzos de España se centran principalmente en evitar el recorte del 18,5% propuesto por la Comisión Europea para 2022 para las capturas de la merluza. En total, los cupos propuestos (merluza, rape y jurel) supondrían una pérdida de casi 34 millones de euros y 386 empleos en Galicia, tal y como adelantó FARO.

Bruselas propuso en noviembre reducir en un 18,5% de merluza, hasta las 6.787 toneladas, pero desde el Ministerio que dirige Luis Planas indicaron el jueves que esa disminución es “inasumible”. Fuentes diplomáticas aseguraron a Efe que en las aguas ibéricas del Atlántico la merluza es “la prioridad esencial” de España, puesto que esa especie es “la columna vertebral” en la actividad pesquera del caladero Cantábrico Noroeste.

Así, España no comparte el enfoque “de precaución” por el que se ha decantado Bruselas al plantear el recorte del 18,5% para 2022, que supondría el tercer año consecutivo con una disminución en las capturas de la merluza sur.

En la reunión que comienza este domingo no se negociarán las cuotas en las aguas que la Unión Europea comparte con el Reino Unido. Tienen hasta el día 20 para llegar a un acuerdo, según el pacto firmado hace un año. Por el momento, la tensión entre ambas partes sigue latente, sobre todo por la disputa con Francia. Ayer mismo Londres concedió 18 licencias para sus aguas territoriales y otras cinco licencias para buques que faenen en las aguas de la isla de Jersey. Bruselas espera lograr siete más.