Mauritania y la UE entran en el todo o nada por el acuerdo de pesca

Un barco gallego en el puerto de Nouadhibou, al norte de Mauritania. |   // FDV

Un barco gallego en el puerto de Nouadhibou, al norte de Mauritania. | // FDV / Adrián Amoedo

Adrián Amoedo

Adrián Amoedo

El acuerdo de pesca de la Unión Europea con Mauritania entra en el todo o nada para la flota pesquera. Con el objetivo de evitar que los barcos gallegos y del resto de España deban abandonar el caladero del país africano, ambas partes se sientan estos días en Las Palmas para intentar acercar posturas en un pacto cuya principal diferencia ha sido, hasta ahora, la contrapartida económica. Pero el sector está inquieto. Fuentes de la flota desplazadas a Canarias para seguir de cerca el encuentro explican que lo más probable es que esta séptima ronda de negociaciones no sea la última y que el proceso de ratificación, habitualmente muy lento, puede no llegar a tiempo para el final de la prórroga concedida para el acuerdo vigente, el próximo 3 de noviembre. “Ya es algo urgente”, aseguran.

La directora general de Pesca Sostenible del Ministerio llega hoy a Las Palmas

Las reuniones comenzaron ayer y se alargarán hasta el sábado. Se trata de la tercera sesión de la séptima ronda, que finalizó en marzo y que estaba previsto que se retomase después de Semana Santa. No fue así. Han tenido que pasar dos meses enteros para que las autoridades de Bruselas (con Veronika Veits a la cabeza) y Nuakchot se volvieran a sentar.

El último acuerdo entre ambas partes –vigente tras dos prórrogas– incluye una contrapartida anual de 62 millones de euros. Las diferencias entre lo que ofrece ahora la UE tras la alerta del Tribunal de Cuentas –sobre la alta cantidad de toneladas de pescado disponibles que no se capturaban– y el mínimo que pide Mauritania. La última información situaba ambas cifras en una distancia de más de 20 millones de euros.

El muelle de Nuadibú, en Mauritania, ayer. Cedida

El muelle de Nuadibú, en Mauritania, ayer. Cedida

Para intentar que las reclamaciones de la docena de barcos gallegos y los otros del resto del país tengan mayor peso, el Gobierno de España envió –a última hora, llegará hoy– a la directora general de Pesca Sostenible, Isabel Artime. La flota congeladora (de Marín, principalmente) quiere volver a capturar pulpo, especie que capturaban hasta la expulsión de los cefalopoderos en 2012. Los arrastreros y palangreros de fresco piden por su parte un aumento de la cuota de merluza para cuando el stock mejore –a juicio de los científicos– y que se autorice a pescar el calamar.

Los representantes del sector pesquero desplazados a la zona reconocen que las conversaciones están en un punto delicado y que necesitan un impulso en este final de la séptima ronda. Sin embargo, no son del todo optimistas. “No veo que el final del acuerdo esté cerca”, lamentaron.

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