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El cerco inicia campaña tras el buen estreno de sus vendedurías

El cerquero de Cesantes "Tribal" estos días en tierra. B.C.

El cerco de la Ría de Vigo vuelve al mar. Tras realizar la habitual parada durante el invierno, las 25 unidades empezaron ayer su particular desescalada de vuelta al trabajo, con algunos armadores (los de los buques más grandes) pensando ya en desplazarse a aguas del Cantábrico. Lo hacen, además, tras haber dejado atrás un año atípico no solo por las dificultades que implicó la pandemia de coronavirus, sino también por la escasez de ciertas especies clave en el sur como es el cabalón, también llamado xarda pintada. Sin embargo, 2020 también trajo alguna noticia positiva para esta flota perteneciente a la Asociación de Armadores de Cerco de Galicia (Acerga). Y es que esta agrupación que comparte sus cuotas de pesca cerró el año de pandemia con 12,5 millones de euros en facturación en el proyecto piloto de vendedurías propias en Vigo y A Coruña. “Fue positivo, pero hemos pensado en llegar más allá”, apunta el presidente de la asociación, el redondelano José Manuel Saavedra.

Una de las asignaturas pendientes del sector pesquero, como reconocen desde la propia Consellería do Mar, es la de mejorar la comercialización del pescado capturado por la flota, haciendo buena la máxima de “pescar bien para vender mejor”. En busca de alcanzar esta realidad, desde Acerga, la asociación de cerco mayoritaria de la comunidad (con 115 de los 150 barcos de este segmento), lanzaron en 2019 el proyecto para crear sus propios centros de venta. La iniciativa, publicada por FARO, arrancó aquel año en A Coruña con la intención de contar a una réplica más tarde en Vigo y empezar así a vender parte de las capturas de jurel, sardina, caballa, anchoa, boga o cabalón que realizan al año.

La iniciativa, que fue una de las primeras llevadas a cabo tras la reconversión de Acerga en organización de productores (la OPP-82), dejó un balance el pasado año de 12,5 millones de euros en ventas, de las que 3,2 corresponden a Vigo y 9,3 a la vendeduría coruñesa. “Aquí empezamos el año pasado con un personal mínimo para ver cómo resultaba todo, y creemos que fue positivo”, remarca Saavedra, que recuerda que en A Coruña se vende más cantidad de estas especies pelágicas. Aunque reconoce que la ganancia en la vendeduría olívica fue escasa, el presidente también recuerda que el 2020 fue escaso en cabalón y que esto solo es el comienzo, ya que la idea es llegar “a los 7 u 8 millones de euros en ventas”.

El también armador recuerda que en A Coruña la venta de anchoa funcionó muy bien y que en Vigo el problema estuvo en la xarda pintada, especie que no está dentro del sistema de TACs y cuotas comunitario y cuya presencia en aguas gallegas es muy variable. “En ese sentido no fue un año bueno, porque solo había jurel y la sardina no se podía coger”, explica Saavedra en relación a la limitación de cupos.

Con el objetivo de lograr unos mejores números y a la espera de que aparezca el cabalón, la flota retomó los trabajos ya en las primeras semanas del año principalmente en el norte de la comunidad, para ahora comenzar en el sur. Algunos barcos todavía permanecen en el varadero y otros ya se preparan en O Berbés para iniciar campaña. El objetivo es superar las más de 36.000 toneladas de pescado capturadas por Acerga en 2020, que representa el 60,7% de todo el cabalón, jurel, sardina, caballa, anchoa o boga que se vendió en las lonjas gallegas el año pasado.

España y Portugal proponen a la CE un nuevo plan para la sardina

España y Portugal han decidido revisar la gestión de la sardina ibérica, tal y como demandaba el sector pesquero gallego ante los claros síntomas de recuperación después de las medidas adoptadas entre ambos países. La Secretaría General de Pesca anunció ayer que ambos gobiernos están a la espera de que el Consejo Internacional para la Exploración del Mar (ICES, por sus siglas inglesas) pueda evaluar un nuevo plan de gestión que modifica el actual y que se remitirá en breve a la Comisión Europea. El plan, que cambia también la regla de explotación, busca continuar la senda de recuperación de la especie y, a la vez, unas capturas sostenibles y rentables desde el punto de vista socioeconómico. Así lo anunció Pesca tras la reunión ayer de la secretaria general, Alicia Villauriz, con su homóloga portuguesa, Teresa Coelho, en el que también se acordó renovar la colaboración institucional para la realización de campañas científicas de evaluación de la especie a bordo del oceanográfico Miguel Oliver. El encuentro de la gallega Villauriz y Coelho sirvió principalmente para avanzar en la renovación del acuerdo bilateral sobre pesca que ambos países mantienen desde 1986. En concreto, la próxima renovación servirá para continuar con la gestión sostenible de los caladeros de ambos países y para seguir beneficiando a las dos flotas con las posibilidades de pesca disponibles en unas y otras aguas de acuerdo con las fluidas y cordiales relaciones en materia de pesca que unen a los dos estados, ahora en el contexto temporal de la presidencia de turno portuguesa del Consejo de la Unión Europea.

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