La Comisión Europea ha vuelto a penalizar a la flota gallega de litoral en el reparto de cuotas en aguas continentales para el año que viene. Los barcos que faenan en la costa atlántica y cantábrica (zonas VIII y IX) deberán ajustar de nuevo su capacidad para dosificar las toneladas adjudicadas en pesquerías como el jurel, el rapante (o gallo) y la raya, que acumulan un severo ajuste en los últimos años. La flota castigada tiene un rendimiento por buque inferior a la de Gran Sol, por ejemplo, pero atesoran una enorme relevancia socioeconómica en puertos como el de Vigo o Marín. Solo en estas tres especies el Total Admisible de Capturas (TAC) se ha reducido casi un 40% desde el año 2010 para gran parte de los barcos gallegos de litoral, según los datos oficiales de Bruselas, con un valor medio de mercado de cerca de 12,3 millones de euros.

Con una capacidad de entre 30 y 200 toneladas (gross tonnage, GT), el rendimiento medio de los barcos que faenan en el litoral difiere entre los 280.000 euros anuales de uno de cerco o los más de 500.000 de otro de arrastre, con un promedio de una docena de tripulantes por embarcación. Son cerca de 250 los buques activos en artes como el cerco, el arrastre, la volanta o el pincho. De las especies que faenan han mantenido la cuota de anchoa y dispondrán de un 54% más de rape y otro 14% adicional de caballa. Los TAC de merluza suben fuera de las 200 millas del Cantábrico (10,9%), pero bajan en aguas de proximidad de la costa española y portuguesa (-1,4%).

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En la otra cara de la moneda, como ya viene siendo costumbre, se encuentra la flota de Gran Sol. Pese a que comenzó la negociación con serias dudas sobre su futuro por la propuesta de la Comisión de disminuir la cuota de rape un 11,9% y un 28,2% en el caso del gallo, finalmente las cifras fueron más benevolentes. Los más de 60 buques que faenan en esas aguas han visto como el cupo de rape se mantendrá igual que este año (1.231 toneladas) y como el de merluza se incrementa más de lo previsto, en torno a un 10%. Eso sí, la parte negativa lo pone el gallo, con reducciones de un 25% que daña a la flota que se dedica a esta especie.

El reparto de cuotas alcanzado en la madrugada del martes obedece al conocido como criterio de estabilidad relativa, un sistema de reparto articulado en 1986 y que no se ha modificado desde entonces. En virtud de este reglamento la flota española (que en los ochenta se conocía como la de los 300 barcos para Gran Sol), que acumula más del 25% de la capacidad pesquera europea, solo puede faenar un 7% del total de toneladas distribuidas cada año. Fue hace casi 31 años cuando se estableció que a España solo correspondía un 3,7% de rape de Gran Sol, el 30% de merluza o el 0,2% de cigala o abadejo.

| Jurel. La flota que faena al norte de Fisterra y el Cantábrico podrá faenar 11.890 toneladas de jurel, la especie que más se ha visto afectada en los últimos seis años por la pretendida búsqueda de la sostenibilidad de la Comisión. Este TAC es un 47,6% inferior al de 2010, cuando ascendía a 22.676 toneladas, de acuerdo a la información oficial del Ejecutivo comunitario. Con un precio medio en primera venta (lonja) en estos años de 0,86 euros el kilo, el valor económico de este recorte asciende para la flota a 10,78 millones de euros. Esta situación dista mucho de la del litoral de Pontevedra y costa de Portugal, donde en los últimos años las posibilidades de pesca han aumentado notablemente. Para este caso la flota podrá faenar 18.977 toneladas, un 6,9% más que el año pasado.

| Gallo o rapante. Es la especie más damnificada por el último reparto de Bruselas. El TAC se ha recortado un 25% para Gran Sol, otro 25% para las aguas no nacionales del Cantábrico y un 15% en las ibéricas. Para los barcos que faenan en las zonas VIII, al sur de Gran Sol (arrastre), las posibilidades de pesca de esta especie se han reducido un 37% en seis años, con un valor de mercado de casi medio millón de euros. En aguas ibéricas el recorte acumulado en el mismo periodo es del 9%.

| Raya. El TAC de esta especie en el Cantábrico, la costa gallega y de Portugal llevaba congelado desde 2014 en las 1.057 toneladas. La Comisión ha optado por elevarlas un 10%, hasta las 1.163, aunque este incremento no minora el perjuicio sufrido por la flota de litoral en los últimos años. En 2010 las posibilidades de pesca ascendían a 1.689 toneladas, un 31% más. El diferencial, con el precio medio a primera venta, arroja una pérdida acumulada de 525.000 euros.

| Merluza. La merluza es una de las principales especies para Galicia. Sus flotas de litoral y Gran Sol dependen en buena medida de ella. Desde 2010 la cuota en el Cantábrico subió paulatinamente, aunque más en las aguas alejadas de la zona VIIIabde. El próximo año el stock sur se queda casi como estaba (-1,4%) con 6.731 toneladas y en el norte la cifra aumenta un 9,3%, hasta 19.994 toneladas. El valor de estas toneladas a mayores es de 11,4 millones de euros.

| Rape. En el caso del rape, especie con gran valor económico, la subida de un 54% en el Cantábrico dejará unos 9,5 millones de euros más en 2017. En Gran Sol, por contra, la cuota no subió en la zona VII y lo hizo en la VI, aunque solo hay 294 toneladas (un 20% más).

| Otras. La pesquería de cigala, en declive en el Cantábrico, e será cerrada el próximo año, mientras que al sur de Fisterra la cuota crece un 5%, hasta las 84 toneladas, y en Gran Sol un 8,6%, 1.521. Mientras, la anchoa mantendrá las 29.700 toneladas de este año en el Cantábrico, zona en la que se incrementa un 14% el cupo de caballa (o xarda), hasta 38.431 toneladas.