En 2012, y tras elaborar un plan de gestión hasta 2015, Portugal estableció un límite de capturas de 36.000 toneladas, a razón de 9.000 entre el 1 de enero y el 31 de mayo y de 27.000 toneladas entre el 1 de junio y el 31 de diciembre.Para 2013, los límites establecidos en el país luso fueron de 12.000 y 15.000 toneladas, respectivamante, entre el 1 de enero y el 31 mayo y del 1 de junio al 31 de agosto. Además, se prohibió la pesca de sardina 45 días el primer trimestre, con diferencias regionales.

Solo tras adoptar tales medidas, Portugal bajó casi a la mitad sus capturas de sardina, que en años precedentes se situaron casi siempre cerca o por encima de las 60.000 toneladas, más del doble que las españolas, según los datos del informe de 2013 del Consejo Internacional para la Exploración del Mar (Ciem o Ices). En tal informe se basa la obligación de Bruselas de establecer un plan de gestión conjunto entre España y Portugal bajo amenaza de fijar un tope de capturas de 17.000 toneladas al año por ambas flotas, justo el consejo del Ices. En 2012, Portugal computó el 57% de las capturas en aguas ibéricas, pero en años anteriores su porcentaje se situó cerca del 70%, la cuota que ahora se autoadjudica en un plan de gestión conjunto.