Entrevista | Marina Pollán Directora del Instituto de Salud Carlos III

“Colaborando se generan proyectos de mejor calidad y la ciencia avanza más rápido”

Pollán destaca la necesidad de fomentar el protagonismo de los jóvenes en la investigación

Marina Pollán, ayer en Afundación, en la jornada de CIBER.

Marina Pollán, ayer en Afundación, en la jornada de CIBER. / MARTA G. BREA

Carolina Sertal

Carolina Sertal

En el marco de la I Jornada de Personal Científico Joven del Centro de Investigación Biomédica en Red (CIBER), la directora del Instituto de Salud Carlos III, Marina Pollán, visitó la ciudad para poner en valor la necesidad de garantizar el relevo generacional en el ámbito científico y crear lazos entre jóvenes investigadores para que la ciencia avance.

–Desde su punto de vista, ¿cuál es la importancia de Ciber para las nuevas generaciones de investigadores?

–El espíritu de Ciber es la colaboración, pensar que más conocimiento unido genera proyectos de mejor calidad y que así avanza más rápido la ciencia. A nivel internacional, no solo en España, se está reconociendo una pérdida de reemplazo. Parece que a las generaciones jóvenes ya no les resulta tan atractivo, o tienen más dificultad para engancharse, y perseverar en la ciencia. En Ciber queremos contar con los jóvenes que ya están investigando en grupo y nos parece muy importante fomentar el protagonismo, el conocimiento que se genera entre ellos para que se produzca nueva ciencia, con una nueva mirada, porque cada generación trae también su propia mirada, y de alguna manera también asegurar el futuro de Ciber y de la investigación biomédica en España. Es un objetivo muy amplio, pero consideramos que este tipo de jornadas crean un ambiente estupendo para que compartan conocimiento y que sea un catalizador para ellos.

–Y generar sinergias en el ámbito científico es fundamental.

–Es muy importante. Otro de nuestros objetivos es que acudan juntos a convocatorias, especialmente a las internacionales, que son las que permiten proyectar la ciencia de España hacia el resto de Europa y Estados Unidos. Las fronteras, tanto en el campo del conocimiento como entre países, se están desdibujando, de manera que la ciencia ya no pertenece solo a un territorio y España, como no podría ser de otra forma, también quiere posicionarse en ese mundo.

–Hace referencia a una pérdida de relevo o de interés entre los jóvenes investigadores, ¿cuáles son las barreras a las que deben enfrentarse y cuáles son las que ha encontrado usted a lo largo de su carrera?

–Creo, precisamente, que Ciber es una buena estructura para salvar esas barreras, porque nace con un espíritu de colaboración. A menudo, cuando empiezas en un grupo concreto de trabajo, piensas que la realidad de la ciencia es esa, por eso es interesante tener otra mirada, salir a otro grupo o tener la posibilidad de conocer cómo se hacen las cosas en otro sitio, porque así es como se aprende y te permite mejorar. En mi generación, la ciencia en España era más estanca, es decir, te movías en tu especialidad. En mi caso, los epidemiólogos, al tratar diferentes patologías, hemos tenido que colaborar más y cuando eso sucede es muy interesante, porque el otro sabe lo que tú no sabes, y eso es resulta muy atractivo. Lo que ocurre es que para que se produzca esa colaboración, primero hay que desarrollar un lenguaje común. Creo que esta jornada de Ciber en Vigo fomenta la posibilidad de estrechar lazos y de que empiecen a hablar para llegar a trabajar de forma conjunta.

–En su ámbito, ¿cómo ha cambiado la presencia de las mujeres desde que usted inició su trayectoria hasta la actualidad? ¿Cómo animaría a las jóvenes a sumarse a esta red de colaboración científica?

–Ha cambiado mucho. Ciber está dividido en tres áreas científicas y yo fui la primera mujer asumiendo la dirección de una. En una ceremonia, por un honoris causa, tuve que preparar una intervención y pensando en mis referentes me di cuenta de que, en mi vida laboral, todos habían sido hombres. Antes era así. Ahora mismo, en el Sistema Nacional de Salud, entre los profesionales que forman parte de él o que investigan, hay que tener en cuenta que un 75% son mujeres, el panorama está cambiando muy rápido. En este sentido, también hay un esfuerzo legislativo y de las autoridades sanitarias para visibilizar a las mujeres desde los grupos de trabajo. Las mujeres hemos tenido menos oportunidades y la carrera de la investigación es más dura, porque cambiar de grupo supone irse al extranjero y compatibilizarlo con la maternidad es a veces un obstáculo. Pienso que las mujeres hemos traído mucho talento al ámbito científico y una forma diferente de hacer las cosas, porque pienso que somos más propensas a colaborar y a reconocer a los demás. En la actualidad, tengo muchas referentes mujeres y son más jóvenes que yo, eso es algo que me hace muchísima ilusión, significa que se ha avanzado y que para las niñas puede resultar muy interesante ser, el día de mañana, mujeres científicas.

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