El Gobierno luso pide “mantener la presión” para que la Alta Velocidad una Oporto y Vigo en 2030

El secretario de Estado de Infraestruturas, Frederico Francisco pone deberes al futuro Ejecutivo de derechas

Las obras entre Braga y Valença deberán ser simultáneas a la Salida Sur

El secretario de Estado de Infraestructuras de Portugal Frederico Francisco.

El secretario de Estado de Infraestructuras de Portugal Frederico Francisco. / FdV

Víctor P. Currás

Víctor P. Currás

Un nuevo tiempo político se abre en Portugal con la misma fecha en mente: la puesta en servicio de la línea de Alta Velocidad entre Lisboa, Oporto y Vigo en 2030. La constitución de la nueva Assembleia da República de este martes, con los primeros acercamientos entre PSD y la ultraderecha Chega, allanará el camino para que Luis Montenegro pueda conformar un nuevo Gobierno mientras el saliente le pone deberes.

El secretario de Estado de Transportes ha insistido en que tener los tres primeros tramos para finales de 2030 “sigue siendo, en este momento, factible” pero que para ello “hay que mantener la presión para seguir avanzando al ritmo actual”.

En una amplia entrevista en Jornal de Negócios, Frederico Francisco (Cascais, 1986) no cree que “haya riesgo de que nadie ponga en duda la pertinencia, necesidad e importancia del proyecto” pero sí que teme que “no se de la misma prioridad”. Este mes de junio debe lanzarse la adjudicación del tramo entre Aveiro y el sur de Coímbra aunque asegura que “durante las transiciones los equipos se quedan esperando instrucciones”.

Y es que la llegada del centroderecha al ejecutivo portugués vuelve a situar a la imperiosa necesidad de modernizar su ferrocarril en un cruce de caminos. El futuro primer ministro fue el presidente del grupo parlamentario cuando Pasos Coelho abandonó estos planes en 2013 y ha vacilado durante los últimos meses con su planificación.

Francisco, hombre de confianza de Pedro Nuno Santos durante su etapa como ministro, también advierte que “el tiempo perdido en el lanzamiento del concurso aumenta el riesgo de no completar todo el trabajo previsto en la solicitud”, refiriéndose así a los 730 millones de euros de fondos europeos reclamados para las primeras fases de la línea y las partidas futuras.

El secretario de Estado de Infraestructuras reconoce un retraso de “dos años” en la segunda fase de la línea entre Soure –al norte de Leiría– y Carregado, puerta de entrada a Lisboa. Está previsto que el estudio de impacto ambiental se presente este verano para lograr una Declaración de Impacto Ambiental (DIA) positiva a finales de año o comienzos de 2025, permitiendo su licitación doce meses después.

Sin embargo, al norte de Oporto los avances son más discretos. Aunque Infraestruturas de Portugal ya ha adjudicado los estudios técnicos entre Braga y Valença do Minho para actualizar los realizados hace dos décadas, el retraso es de “dos años y medio” respecto a la línea hacia el sur. De esta manera, el objetivo es lanzar el concurso de construcción y explotación de la línea “a mediados de 2026”, impidiendo que las obras se inicien antes de que acabe 2027 en el mejor de los casos.

Sincronización con España

No obstante, Frederico Francisco condiciona el desarrollo de estos 68 kilómetros a la sincronización con el Gobierno de España. “Deberá iniciarse simultáneamente, o incluso como un único procedimiento, por parte portuguesa y española”. Respecto al cronograma para conectar mediante la Alta Velocidad Oporto, el aeropuerto de Sá Carneiro y la Eurorregión, asegura que “los estudios de viabilidad y trazado cubrirán toda la línea” aunque “no hay calendario para el lanzamiento de obras”.

Al norte de la frontera el Ministerio de Transportes está trabajando en la Salida Sur ferroviaria de Vigo con la redacción del Estudio Informativo hasta finales de este año al incluir su periodo de exposición pública. Ambos ejecutivos deberán coordinarse, sí o sí, para la construcción del nuevo puente internacional sobre el río Miño que unirá las nuevas vías entre Tui y Valença.

Fondos necesarios y llegada de Renfe

Para financiar los casi 8.000 millones de euros de la construcción de este “Eje Atlántico” ibérico han solicitado fondos europeos y “se está trabajando con el Banco Europeo de Inversiones para financiar alrededor del 50% del proyecto. “Sabemos que, incluso en el improbable caso de que no dispongamos de fondos europeos para esta línea, la sostenibilidad presupuestaria está garantizada. El país, con sus propios recursos, es capaz de costear el proyecto” sentenció Francisco tras valorarlo con el Ministerio de Hacienda.

Sobre el régimen de explotación de esta línea en un futuro y el interés de Renfe o Iryo por ofrecer trenes directos de Lisboa a Galicia, el secretario de Estado en funciones cree que “es natural que haya operadores públicos de otros países, especialmente españoles, interesados en venir a Portugal”, algo “casi inevitable porque en el eje Lisboa-Oporto el negocio es muy interesante” según su criterio.

A su vez, este ingeniero y doctor en Física confirma un nuevo retraso en la línea de Alta Velocidad entre Évora y Elvas, la primera del país, que no finalizará sus obras hasta finales de 2024. Después, su apertura quedará condicionada a las pruebas de homologación.