La Fundación Barrié se ‘esfuma’ de Vigo: la sede, sin una nueva exposición desde 2016

La última muestra, que se prolongó durante cinco meses, estaba dedicada al arquitecto Manuel Gallego

El grueso de los ingresos de la institución dependen del Santander

Entrada a la sede de la Fundación Barrié en Policarpo Sanz

Entrada a la sede de la Fundación Barrié en Policarpo Sanz / Marta G. Brea

Lara Graña

Lara Graña

Jacopo Comin (Tintoretto) o Alessandro Leone Varotari (Il Padovanino) son dos de los grandes exponentes del Barroco veneciano. Un estilo que inunda el museo de la Fondazione Querini Stampalia, también de Venecia, y que ahora ha llegado a Galicia con una colección de 52 obras. Ha sido gracias a un trabajo conjunto con la Fundación Barrié, para una exposición de cuatro meses –hasta el 14 de julio– en la sede coruñesa de la institución. La elección del espacio no resulta sorprendente habida cuenta del vacío programático de la de Vigo, que no acoge una nueva muestra desde el mes de octubre de 2016. Han pasado exactamente 2.700 días desde entonces, cuando el edificio de Policarpo Sanz dio por inaugurada una exposición dedicada al arquitecto ourensano Manuel Gallego Jorreto. La iniciativa –bajo el nombre Manuel Gallego, Arquitectura 1969-2015– fue presentada por el presidente de la fundación, el recientemente fallecido José María Arias; la muestra había pasado antes también por la ciudad herculina.

Desde entonces, y en lo que concierne a actividades promovidas por esta institución, la sede de Vigo –antiguo Banco de Vigo, diseño de Manuel Goméz Román– ha devenido en un marasmo, como evidencian las propias memorias anuales de la Barrié. Hasta ese 2016 las acciones en la ciudad olívica eran recurrentes y heterogéneas. Por ejemplo, con una muestra dedicada a Víctor Said Armesto, A lección dun cidadán libre, en colaboración con el Museo do Pobo Galego. En 2015 se celebraron charlas de coaching (a cargo de Carlos Cortés), de educación económica (Juan Mezo) o la exposición Out to Sea? The plastic garbage proyect, sobre los residuos plásticos en los océanos, en colaboración con el Museo de Diseño de Zürich y que visitaba por primera vez España. Cuando finalizó la muestra de Gallego Jorreto, el 5 de marzo de 2017, el centro hizo un fundido a negro.

Solo sucedió en Vigo. Desde entonces, la sede de A Coruña acogió exposiciones únicas de Graciela Iturbide, una selección del Victoria and Albert Museum (Londres), Norman Parkinson, Chagall o Miró. Pero la Fundación Barrié celebró también actividades y exposiciones en el Museo Sorolla, Museo del Prado, Museo de Pontevedra, el Espacio Santa Clara de Sevilla o en las universidades de Santiago y la Complutense de Madrid. Cedió asimismo, para su exhibición temporal fuera de España, al Centraal Museum de Utrech. Las dos colecciones que forman parte de su exposición permanente –Francisco Llorens y la Coleccción de Arte Contemporáneo– solo están en A Coruña. La primera está compuesta por 59 obras, que llegaron a la Barrié por donación de la hija del artista en 1988; la segunda tiene 51 obras de artistas como Suso Fandiño, Jessica Stockholder, Manuel Caeiro, Ángela de la Cruz o Günther Forg.

En la agenda de la página web oficial, que se puede consultar hasta el mes de junio, no hay actividades previstas fuera de la ciudad herculina, donde nació la entidad en 1966 por iniciativa de Pedro Barrié de la Maza para “la mejora de las condiciones económicas y sociales” de Galicia.

El sustento

La Barrié, como todos los accionistas de Banco Popular, sufrió un durísimo revés con la resolución (liquidación) de la entidad en 2017 tras la decisión de la Junta Única de Resolución (JUR). La Fundación se convirtió en la cuarta mayor perjudicada por aquella intervención, solo por detrás de Crédit Mutuel, Unión Europea de Inversiones y Allianz. Sus ingresos dependen ahora, y son estables, de lo que ingresa de Banco Santander en concepto de alquiler de instalaciones: la oficina de la entidad que preside Ana Botín en la calle Colón, dos en A Coruña (uno de ellos, en el Cantón Pequeño, fue la sede de Banco Pastor) y una oficina en Bergondo.

En el ejercicio 2022, el último del que se disponen datos, ingresó 6,526 millones de euros por este concepto (de este importe, 11.800 euros fueron por plazas de garaje). “Según contrato, el arrendamiento de los inmuebles se mantendrá como mínimo 20 años, prorrogables hasta un máximo de 40 años, con opción de recompra”, explica la Fundación en su memoria económica. Para el ejercicio 2023 la previsión de ingresos por estos alquileres era de 6,87 millones de euros, y de un total de 44,7 millones hasta el año 2029. El de 2022 se saldó con números rojos por casi 6,7 millones de euros.

FUNDACIÓN BARRIÉ VIGO

  1. Un edificio de Gómez Román

    Fue la sede del Banco de Vigo. Tiene una superficie construida de 2.676 metros cuadrados, sobre una parcela de otros 424 m2.

  2. La última muestra celebrada en Vigo

    Centrada en el trabajo del arquitecto Manuel Gallego. Ya había pasado por la sede de A Coruña.

  3. Ingresos previstos hasta 2029

    El grueso de los ingresos de la Fundación Barrié proceden del pago de alquileres por el Santander. Prevé facturar 44,7 millones hasta el año 2029.

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