Parejas sin hijos y dos sueldos: el modelo de familia al alza en Vigo

Hay casi 30.000 hogares en Vigo formados por un hombre y una mujer, sin niños

Las que sí tienen descendencia se desploman: 3.000 menos en el último lustro

Una pareja de jóvenes, sentados de espaldas.

Una pareja de jóvenes, sentados de espaldas. / Gustavo Santos

La configuración de las familias y los hogares en Vigo ha dado un auténtico vuelco desde prácticamente el inicio de siglo. En el año 2007, por ejemplo, las parejas y matrimonios con hijos eran la forma más habitual, habiendo por aquel entonces en la ciudad casi 40.000 hogares de este tipo. Desde entonces, el porcentaje ha caído en picado, una tendencia que se ha acelerado en los últimos años: en el último lustro se perdieron 3.000.

Detrás de esto, obviamente, se encuentra el desplome de la natalidad, motivado especialmente por razones económicas (falta de estabilidad laboral, por ejemplo), o simplemente porque la pareja prefiere una vida sin hijos. Prueba de ello es que las que no tienen niños, según la última cifra registrada en el Instituto Galego de Estatística (IGE), son 29.961, suponiendo ya un 25,66% sobre el total de los hogares vigueses, un 5% más que en 2007.

En la gran mayoría de casos, además, ambos miembros de la pareja trabajan y tienen un salario, pero deciden por voluntad propia no ser padres, con un proyecto vital en el que los niños no tienen cabida.

Esta tipología de hogares responde son conocidos como DINK, siglas en inglés de 'dual income, no kids': doble ingreso y sin niños. La gran mayoría de estas familias están compuestas por miembros que rondan entre los 35 y 65 años. Una de las respuestas al auge de estos hogares proviene de las “conquistas del feminismo y con el papel de la mujer en esta sociedad”. “El rol de la mujer ha pasado de ser exclusivamente cuidadora del hogar, con una expectativa de matrimonio, tener hijos, etc, a ser una triunfadora profesional y una mujer que, igual que los hombres, también invierte en sí misma”, destacaba hace unas semanas en FARO el sociólogo Jorge García Marín.

Hogares unipersonales

Las personas que viven solas también suponen un importante porcentaje de los más de 115.000 hogares que hay registrados en Vigo. Concretamente, según los datos del IGE, hay 24.970 vigueses que no tienen compañía, formando por tanto hogares unipersonales. Aquí obviamente hay que diferenciar aquellos que deciden vivir en solitario, por su cuenta, y los que se han quedado viudos o están solos contra su voluntad. Estos precisamente son la mayoría, y prueba de ello es que la edad media de las personas que no comparten vivienda es de sesenta años.

Ya con datos a nivel nacional, según un estudio del INE, el 11% de nacimientos que hay en España son de madres de 40 años o más, ascendiendo este porcentaje un 5% en tan solo 10 años. Son estadísticas que evidencian un cambio en los patrones de maternidad, donde la edad media para tener un hijo es notablemente alta, alrededor de los 33 años.

Si España se despidió del año pasado registrando la menor cifra de nacimientos (menos de 300.000 bebés) desde que el Instituto Nacional de Estadística (INE) efectúa mediciones en este ámbito, el área sanitaria de Vigo tampoco fue ajena a esta tendencia regresiva de la natalidad: el número de alumbramientos que se contabilizó al cierre de diciembre de 2023 en el Complexo Hospitalario Universitario de Vigo (Chuvi) fue de 2.897, cifra que prácticamente supone la mitad de nacimientos que los computados hace 15 años. Los últimos datos suponen un nuevo récord histórico y su lectura es realmente negativa, ya que por primera vez el hospital público de la ciudad no logró rebasar los 3.000 nacimientos anuales.

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