Las comunicaciones ferroviarias de Vigo se resumen en que sigue siendo la mayor área metropolitana de España sin acceso directo a la red de Alta Velocidad y sin un núcleo de Cercanías. Y es que a pesar de los espectaculares datos de uso de la Media Distancia en 2023 –con crecimientos del 40% y siendo Urzáiz la que registra más viajeros por tren– la ciudad sigue sin contar con los beneficios de este tipo de servicios, con más frecuencias y mejores tarifas, mientras estos proliferan por el resto de España.
El próximo caso llegará en Vitoria-Gasteiz, donde la transferencia de las competencias del ferrocarril al Gobierno Vasco incluye la creación de un nuevo núcleo que dará este servicio a seis estaciones de una provincia, Álava (334.412 habitantes), que tiene casi la misma población que el término municipal olívico.
El uso del tren en Vigo se dispara un 40% y roza los 2,5 millones de pasajeros en 2023
Vigo queda como la mayor área urbana en el noroeste sin línea directa de alta velocidad
El traspaso de la gestión de los servicios de Cercanías de Renfe en Bizcakia y Gipuzkoa está valorado en 92,7 millones de euros, a los que se suma un plan de inversiones por otros 400 y la posibilidad de crear ese nuevo núcleo en Gasteiz y una línea entre Bilbao y Karrantza. Éstas se realizarán en base a las infraestructuras existentes y permitirán “mejores condiciones y con la posibilidad de mejorar sus estándares de calidad”.
Esta idea sería replicada en Galicia con los núcleos de Cercanías acordados entre PSOE y BNG para la investidura de Pedro Sánchez, fijando que esté en servicio en los núcleos de Vigo-Pontevedra y A Coruña-Ferrol antes del final de la legislatura o el 2027. Sin embargo, esta puesta en servicio deberá tener el visto bueno de la Xunta al requerir la integración tarifaria metropolitana.
Esto ya ocurre en el único núcleo en la comunidad, el de la antigua Feve en Ferrol, que goza de descuentos para los viajeros que transborden hacia el bus y el resto de medios de competencia autonómica. En el caso vigués incluiría, además de los interurbanos, el transporte de ría.
1) Cercanía y eficiencia en la gestión
El traspaso del ferrocarril al Gobierno Vasco les permite poner en marcha núcleos en áreas con menor población que otras que lo demandan.
2) Colaboración de la Xunta y el Gobierno
Transportes no podrá implementar de forma unilateral estos trenes en Vigo al tener que ser integrados en el transporte autonómico.
3) Sin trenes adecuados a la demanda
Tal y como confirman las cifras de uso, el uso de la Media Distancia en Galicia cubre lo que en el resto de España es Cercanías.
Está previsto que antes de 2028 todos estos servicios y los de Media Distancia sean transferidos desde el Gobierno central para que sean los ejecutivos autonómicos los que los adjudiquen a cada operador. Pero ante la posibilidad de que la Xunta los asuma antes como ya hará la Generalitat, fuentes de la Consellería de Infraestruturas consideran que es “un asunto con gran relevancia que debe abordarse con diálogo y consenso de todas las comunidades”.
«A Galicia –señalaban en diciembre– le gustaría que antes de hablar de un traspaso de las competencias en transporte ferroviario, el ministro aclarase cuáles son las previsiones del Gobierno de España para transformar líneas tan importantes como A Coruña-Ferrol, A Coruña-Lugo o Vigo-Ourense en conexiones competitivas propias del siglo XXI».
Además de la capital alavesa, este núcleo daría servicio a las estaciones de Araia, Agurain, Alegría-Dulantzi,Nanclares y Manzanos; quedando excluidas Miranda de Ebro (Burgos) y Alsasua (Navarra) pese a tener una importante relación socioeconómica.
El eje entre Vigo y Pontevedra cumpliría los requisitos para crear un tren de proximidad
Según los datos del Administrador de Infraestructuras (Adif), el pasado año las seis estaciones sumaron 270.000 pasajeros de Media Distancia frente a los 3,68 millones de las ocho del eje entre Vigo y Pontevedra. Incluso quitando de la ecuación a las terminales de Urzáiz, Guixar y las dos capitales provinciales, los datos muestran 40.000 en el caso vasco frente a los 97.108 de las tres estaciones de Redondela o 55.737 en Arcade. En ambos casos se incluyen los tráficos de pasajeros que continúan hacia estaciones fuera del ámbito de Cercanías.
El caso único gallego
Y es que la singularidad gallega, más allá de los análisis electorales del pasado domingo, también radica en cómo están constituidos sus servicios ferroviarios. El hecho de que cinco estaciones del Eje Atlántico se sitúen entre las más usadas de la Media Distancia a nivel nacional demuestra una anomalía que ni Renfe, ni el Ministerio de Transportes ni la Xunta han querido corregir: los gallegos no tienen el servicio más adecuado al uso actual.
Mismos abonos... y mismos problemas para el tren en el Eje Atlántico
Mientras que en Cataluña, Valencia y Euskadi los operadores autonómicos asumen trayectos fuera de los núcleos urbanos de casi 100 kilómetros como el Lleida-Pobra de Segur, Valencia-Castellón o Bilbao-San Sebastián. Gracias a ello, los viajeros en distancias similares como las del Eje Atlántico disfrutan de transbordos gratuitos, más frecuencias y tarifas más bajas que las fijadas por Renfe. Hasta la puesta en marcha de los bonos gratuitos de Media Distancia alivió esta situación, llegando a pagar 350 euros al mes un trabajador que se desplazara entre Vigo y A Coruña.
Es por ello que muchos usuarios del ferrocarril temen que el fin de estas bonificaciones en 2025 no se compense con la creación de un Cercanías que alivie estos precios y libere plazas en trayectos intermedios.