“Mi hijo se llegó a cortar las venas porque no aguantaba más el ruido de la cementera”

Los administradores de la empresa se inculparon entre ellos en el juicio

Los dos acusados, al inicio de la vista ayer en Vigo.   | // MARTA G. BREA

Los dos acusados, al inicio de la vista ayer en Vigo. | // MARTA G. BREA / e.v.

E.V.

Los dos supuestos responsables de una cementera de Vilar de Infesta, en Redondela, que fueron pareja durante los hechos enjuiciados, ofrecieron versiones contrarias en un juicio por los ruidos que generaba su actividad, llegando a acusarse mutuamente de dirigir la empresa y ordenar que continuasen los trabajos a pesar de los precintos.

La Fiscalía pide seis años de prisión para ellos por el exceso de ruido de la planta y las lesiones que sufrieron cuatro personas que residían en una vivienda contigua. Una de las víctimas, la madre, reconoció que el ruido era “tremendo, espantoso”, y que uno de sus hijos “se llegó a cortar las venas porque no aguantaba más”.

En una vista celebrada en la Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, con sede en Vigo, Jorge C., administrador único de Hormigones Vigo y apoderado de la posterior JCA Hormigones, afirmó que cuando vendió la empresa, él se quedó un poder general, pero la dirección de la empresa la llevaba Ana Rosa. “Yo no dirigía la empresa”, aseguró el acusado. Misma versión mantuvo la coacusada que relató que en 2008 se fue a vivir con Jorge C. y ahí empezó su relación con la empresa: él daba “las órdenes” y que “la actividad” no se parara.