Del móvil al portátil: institutos de Vigo ya retiran ordenadores por el mal uso de los alumnos

Un centro volvió a los deberes impresos con un curso al acceder los estudiantes a contenido inadecuado y juegos en los portátiles

En otro, varios jóvenes no pueden usarlos al estar diagnosticados de adicción a los dispositivos

Alumnos de un instituto de Vigo a la salida del centro.

Alumnos de un instituto de Vigo a la salida del centro. / José Lores

Si hubo una palabra con la que se pretendía definir este curso 2023/2024 es digitalización. Numerosos centros educativos empezaron a contar con pantallas interactivas y aulas informáticas móviles para adaptar la educación a una realidad social, de la que no hay que escapar, sino adaptarse correctamente. Y es aquí donde vino el primer problema: el abusivo uso de los móviles en las clases y recreos llevó a la Consellería de Educación a prohibirlos en todo el recinto escolar. La medida ya estaba implantada de forma casi unánime en los institutos públicos de la ciudad, si bien se plasmó como normativa desde el arranque de este año.

Ahora, los problemas de convivencia en los centros se han trasladado de los teléfonos a los ordenadores portátiles. Y es que a través de programas como E-Dixgal, los estudiantes disponen de estos dispositivos en lugar de libros de texto y aunque existe un control por parte del centro sobre los mismos, los hay que logran burlar estas restricciones. Es el caso de un curso de 1º de la ESO del IES Castelao, donde su equipo directivo se vio obligado a retirar los ordenadores a los alumnos por su uso inadecuado. Concretamente los alumnos accedían a redes sociales y lo empleaban para juegos y actividades que nada tenían que ver con el contenido de las clases, por lo que decidieron retomar los deberes impresos.

Medida disciplinaria

Desde el instituto del barrio de O Calvario, su director Anibal González, explica se que trata de una medida que se implantó “en un único grupo” por ser más “conflictivo”. “Decidimos que era lo mejor para ellos, retirarles el ordenador para no tener más problemas. Los profesores volvieron a los deberes y a trabajar todo en papel y notamos que el resultado está siendo muy bueno. Han mejorado en cuanto al rendimiento. Pensamos que era lo mejor para ellos”, relata González.

Recomendaciones

Precisamente esta situación hace reflexionar a la comunidad educativa sobre el adecuado uso de esta tecnología digital en el aula. Sin ir más lejos, a principios de curso, varios orientadores escolares recomendaron “suprimir” o “reducir al máximo” el uso de pantallas en alumnos de entre 3 y 16 años para no afectar a desarrollo cognitivo, y favorecer especialmente a su memoria.

Adicción a las pantallas

En otros institutos, como es el caso del IES Valadares –también incorporado al modelo E-Dixgal en todas las materias menos Lingua Galega e Inglés– reconocen no haber tenido problemas con el inadecuado o incorrecto empleo de los ordenadores por parte de los alumnos, sin embargo, el uso abusivo de este y otros dispositivos electrónicos por parte de los adolescentes motivó que no puedan usarlos. “Tuvimos a dos alumnos diagnosticados por adicción a los videojuegos y la teléfono móvil y se decidió retirarlos; ellos trabajan en papel y reciben todo el material de la clase impreso”, explican desde el instituto de Valadares.

Preferencia por el papel

Lo cierto es que con el paso de los años, la inclusión de centros en el programa E-Dixgal ha venido a menos. Concretamente en el último curso, tan solo un centro se acogió como nueva incorporación. De igual modo, son casi uno de cada tres centros los que emplean portátiles en lugar de libros de texto. Uno de los que rehuye esta tecnología es el IES Álvaro Cunqueiro. “Nós seguimos apostando polo boli e o papel. É o que nos funciona e seguiremos así”, cuentan desde el equipo directivo del centro de Coia.

Por la contra, desde el IES Valadares sí apremian su uso, concretamente su buen uso. “Nosotros sí estamos contentos con su implantación, especialmente en aquellos casos de alumnos que requieren de una atención virtual. Ayuda también mucho a las familias a ver cómo trabajan. A nosotros nos ha funcionado muy bien”, precisan desde el instituto vigués.

Continúan requisando teléfonos a diario pese a la normativa

Con la entrada del nuevo año, la Xunta introdujo la medida de prohibir el uso del teléfono móvil en el recinto educativo más allá de su uso pedagógico a instancias del profesorado. La normativa caló hondo en los institutos y los equipos directivos así como en el claustro en general, que endurecieron el control sobre el alumnado si bien no supuso un gran cambio para su funcionamiento porque la gran mayoría ya limitaba por completo su uso. Pese a ello, los equipos directivos han seguido requisando, casi a diario, móviles por no respetar el alumnado esta medida. Donde sí han notado un verdadero cambio ha sido en la permisividad de los padres. Cuando antes eran más contrarios a que desde el centro se les retirasen los terminales, ahora son conscientes de que sus hijos no pueden llevarlos al centro. Esta medida de la Consellería de Educación busca reducir los problemas de convivencia en el aula.

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