Gran Vigo

Vialia y el tráfico esperan por el remate de sus accesos tras un año de parálisis

Los ramales que conectan el centro comercial y la autopista llevan meses sin avances ni plazos de apertura

El Consejo de Ministros aprobó en noviembre una modificación de su convenio

Víctor P. Currás

Víctor P. Currás

La metamorfosis del entorno de Urzáiz en el gran nudo de transportes del centro de Vigo echa el freno. 28 meses después de la inauguración de Vialia y poco más de un año tras el estreno de la nueva estación de autobuses, el complejo entramado de viales que unirá el centro comercial a la Autopista del Atlántico y el resto de la ciudad se encuentra paralizado y sin avances ni trabajos aparentes en su obra.

Una vez recuperada la normalidad en el túnel de Lepanto después de que el primer acceso de la ciudad a la AP-9 permaneciera cerrado un 60% de los días en su primer año de vida, los ojos se sitúan ahora en el segundo túnel que discurre por debajo.

El ramal que conectará directamente la autopista con el aparcamiento interior de Vialia lleva desde el verano de 2022 a la espera de que finalicen las obras del ascensor HALO ya que su tramo final está bajo el anillo de 90 metros de diámetro que lo corona. No obstante, y a pesar de que la constructora ha repuesto el firme de la calzada y está con la urbanización y retoques finales de su obra, no hay noticias al respecto.

Peor aún es la situación en la salida del parking hacia la AP-9. Hace ya más de un año que se realizó el desmonte de la ladera anexa al centro comercial y la carretera. Desde entonces, una rampa de tierra y con material de obra aguarda el asfaltado definitivo.

“Vamos a intentar que sea para principios de diciembre. Por la comunicación con el Concello, confiamos en que es posible llegar a esta fecha y ellos entienden que sí”, anunciaba el director de Vialia, Juan Louro, en una entrevista en FARO el 10 de septiembre. Y aunque apuntaba que “solo sería la salida, no la entrada, supondría un desahogo muy importante” para ellos.

La importancia de estos dos viales radica en que evitan que cientos de vehículos atraviesen el casco urbano por Urzáiz, Gran Vía o García Barbón antes de salir de la ciudad por alguna vía de alta capacidad. Esta alternativa fue la defendida por el alcalde de la ciudad, Abel Caballero, ante el mapa de rutas de los autobuses que no empleaban el ramal desde la intermodal.

Sin embargo, el entorno de Praza da Estación y Vía Norte se convirtió en el principal punto negro para el tráfico durante las pasadas Navidades. Mientras tanto, el centro comercial gestionado por nHood ha cumplido con su parte y desde hace meses están instaladas las barreras de control junto al acceso del aparcamiento.

Nuevo acuerdo en noviembre

Lo cierto es que durante buena parte de 2023 la obra permaneció paralizada por el alza de los precios en los materiales. El martes 14 de noviembre el Consejo de Ministros autorizó al Ministerio de Política Territorial y al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) a firmar, a través de Adif AV, la modificación del convenio suscrito con la Xunta y el Concello de Vigo para actualizar los costes de construcción de los nuevos accesos a la estación intermodal de Vigo. Esto supuso un encarecimiento de 2,7 millones que elevan la inversión final hasta los 24,5.

Se trata del tercer acuerdo entre las tres entidades desde que se desbloqueó esta actuación en octubre de 2017. En aquel momento el presupuesto inicial estimado era de 10,7 millones de euros, por lo que el encarecimiento ha sido del 129%. La última cifra acordada fue de 21,4 millones de euros en 2021, cuando se iniciaron los trabajos de demolición del scalextric de acceso a la autopista y la estación provisional de tren inaugurada seis años antes. Desde entonces, el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias ha pasado de costear alrededor del 62% de la actuación al 70%; asumiendo el grueso de los sobrecostes.

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Además del trastorno que supone para los conductores de la ciudad y los visitantes, el material de obra y las distintas barreras que llevan meses situadas en la calzada se convierte en un obstáculo cuando se circula por el comienzo de la AP-9V de noche o en condiciones de lluvia y niebla.

A ello se suma el tráfico de los autocares que inician su recorrido desde la estación intermodal. Mientras tanto, la UTE constructora del ascensor HALO ha comenzado la urbanización de los espacios intermedios que servirán para conectar ambos lados del centro sin cruzarlo por dentro.

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