La gripe y las consultas leves elevan hasta 7 horas la espera en urgencias el día de Navidad

Alertan de los riesgos de sobrecargar el servicio del Chuvi con casos banales

Se quedó a 34 atenciones de marcar otro récord

Las Urgencias del hospital Álvaro Cunqueiro, ayer.

Las Urgencias del hospital Álvaro Cunqueiro, ayer. / Marta G. Brea

El de Nochebuena, tradicionalmente, es uno de los días con menos visitas a urgencias del año. Y el de Navidad también suele ser un día flojo. Salvo estas fiestas. El pasado domingo, aumentó en un 52% la afluencia con respecto a 2022 –hubo 359 consultas frente a 236– y el lunes se quedó a solo 34 usuarios de alcanzar el récord histórico del servicio del Álvaro Cunqueiro, con 531 atenciones a adultos–un 54% más que el pasado ejercicio–. Hay mucha infección respiratoria –sobre todo, gripe A–, pero la mayoría de los casos fueron leves. Antes de ayer, solo el 10% necesitó ingreso. Los profesionales advierten de que esta sobrecarga de patología banal pone en riesgo la calidad de la atención para aquellos que realmente lo necesitan, por lo que hacen un llamamiento para no acudir al hospital sin consultar antes con el 061 o con Atención Primaria.

Desde que Urgencias del Complejo Hospitalario Universitario de Vigo (Chuvi) alcanzó su máximo histórico de atenciones el pasado 11 de diciembre –el lunes siguiente al puente de la Constitución–, la demanda se ha mantenido en valores muy elevados. El jefe de servicio, el doctor Ángel Pichel, destaca que han estado en torno al medio millar de consultas casi todos los días, cuando el cómputo general del año se queda en 400 diarios.

La media de este último mes de 2023, de 451 atenciones de adultos, es alta. Supera en un 10% a la de diciembre de 2022 –con 411– y en un 13% a la de todo 2023. Pero es que el día de Navidad rebasó esta marca en casi un 18%. Y en base a otros años, no se lo esperaban, por lo que no tenían los refuerzos de personal acordes.

Gracias al triaje, los casos más graves se priorizan y se atienden sin demora como preferentes. Pero el resto tuvieron que esperar entre cuatro y cinco horas para una primera atención médica. Y los más leves –verdes y azules–, hasta siete horas, en momentos puntuales. El doctor Pichel explica que el problema es que, entre tanto caso banal, hay pacientes que sí tienen algo grave y se demora también su atención. Además, con 60 pacientes en 24 horas por equipo –de facultativa y enfermera–, teme que pueda pasarles factura. “Tenemos miedo a equivocarnos cuando tenemos tanta saturación; estamos cansados y sobrepasados con la patología banal y afecta a la mente”, describe. Agradece el esfuerzo de toda la plantilla del servicio y subraya que si no hubiera “este capital humano de gente tan preparada y que se esfuerza tanto” no se superarían días como el de Navidad.

Ante el aumento de la patología respiratoria, el doctor explica que los pacientes jóvenes y sin patología de base solo deben acudir a urgencias cuando sospechen una neumonía: si tienen falta de aire, dolor torácico que aumenta con la respiración y está acompañado de fiebre alta con tos y moco. En este caso, se les realiza una radiografía en el Punto de Atención Continuada (PAC) o en el hospital para confirmarla o descartarla. Si no reúnen estos requisitos, deben guardar reposo en casa, beber mucha agua e intercalar paracetamol e ibuprofeno, si uno solo de estos antitérmicos no llega para mantener a raya la fiebre.

El doctor Pichel estaba ayer planificando más apoyos para Fin de Año y Año Nuevo, pero se preguntaba: “¿Hasta cuánto más?” Él es más partidario de abordar el problema en su origen. La dificultad para conseguir cita en el centro de salud explica “en parte” que la gente recurra al hospital, pero desde el Cunqueiro piden a los usuarios que pasen antes por el filtro del 061 o de las urgencias de Atención Primaria. Subrayan que estos días han recibido casos que fueron altas directas en la primera valoración e, incluso, gente que acudía por justificantes para el trabajo.

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