La saturación de coches hace sombra a las luces de Vigo

A los colapsos del tráfico en los accesos y el centro, se suma la dificultad de encontrar aparcamiento, con los “parkings” llenos

Congestión de tráfico en el entorno de la Paellera.

Congestión de tráfico en el entorno de la Paellera. / Marta G. Brea

La Navidad de los millones de luces led también tiene sombras. Una grande la provoca la saturación de vehículos, que, en Vigo, protagoniza las conversaciones de familiares, amigos y conocidos en estas fechas. Trae de cabeza a los visitantes, que, en muchos casos, se pasan horas retenidos en los accesos a la ciudad y dando vueltas hasta encontrar un sitio para aparcar, un logro prácticamente imposible avanzada la tarde, con las plazas en superficie ocupadas en un radio de varios kilómetros y los parkings subterráneos llenos. Es un problema que afecta igualmente a los vecinos.

Esta realidad, que dibuja un escenario preocupante en materia medioambiental por la contaminación que se genera, complica los planes de los ciudadanos sin garaje –no tienen dificultad para aparcar el resto del año, pero sí ahora, y mucha–, lo que les obliga a modificar sus hábitos, pero también de los que disponen de plazas cubiertas en el centro. En cuanto se cortan los accesos –desde Beiramar a la rotonda de la Paellera, por ejemplo–, llegar a su guarida se convierte en misión casi imposible, una tarea que ya lleva su tiempo a los que tienen que hacer cola para acceder a sus plazas reservadas en aparcamientos de carácter rotatorio, como los de Policarpo Sanz o Areal.

Cola de vehículos para acceder al "parking" de Areal.

Cola de vehículos para acceder al "parking" de Areal. / Marta G. Brea

Basta con ver las imágenes de los coches aparcados en el acceso a la AP-9 por Isaac Peral o en el carril derecho de la avenida de Beiramar en sentido Bouzas –del fin de semana pasado– para poder entender que llegan a la ciudad más coches de los que puede absorber y que el plan de tráfico del Concello no es suficiente. Las retenciones en calles del casco urbano también ilustran esta situación: el viernes, dos horas para bajarse del coche en Vigo desde Baiona o una hora para llegar a Sanjurjo Badía desde As Travesas. A esto, se suman las críticas desde la oposición al gobierno de Abel Caballero –Partido Popular y BNG–, que lamenta que haya voluntarios para dirigir el tráfico en puntos del centro de la ciudad en lugar de agentes de Policía Local.

Uno de los colectivos que más conoce el estado de la circulación es el de los taxistas. Varios reconocen a FARO que algunos prefieren no rodar por las tardes los fines de semana de las luces con el objetivo de evitar el “caos” en la carretera. “Si nos metemos en un atasco, los clientes se bajan y nosotros nos quedamos bloqueados, sin cobrar nada y sin poder hacer servicios”, lamentaba el viernes un conductor de la ciudad. “A las 2 de la tarde, me voy a casa. Es un estrés”, indicaba ayer otra trabajadora del sector de los autopatronos.

Entre las entidades más críticas con el planteamiento de la Navidad, está la Asociación de Vecinos Zona Centro de Vigo, que denunció el bloqueo de servicios de emergencia, como ambulancias, debido a las retenciones en el centro. También la Federación de Asociaciones Vecinales de Vigo Eduardo Chao (Favec). Su presidenta, María Pérez, afea la “falta de planificación total y gestión de tráfico nefasta”. “Avisamos reiteradamente de que un comité de la Navidad sin la presencia del movimiento vecinal iba a ser desastroso y está quedando más que demostrado”, manifiesta antes de lamentar que los propios vigueses “no pueden ir al centro” si no es andando. “Hay que tener en cuenta que está la huelga de Vitrasa y no hay taxis suficientes para cubrir la demanda”, argumenta.

Esta misma semana, representantes de servicios de emergencias alertaron de la “falta de planificación” con respecto a la movilidad y la seguridad en la campaña de Navidad de Vigo e indicaron que desconocen los planes de tráfico y autoprotección puestos en marcha por el Concello. Lo comunicaron en una rueda de prensa en la que participaron Igor Otero, del sindicato policial Jupol; Alba Novoa, presidenta de la Asociación de Vecinos Zona Centro; Alfredo Castro, vicepresidente de la Asociación Gallega de Técnicos de Emergencias Sanitarias; y David Fernández, sargento de bomberos de Vigo.

Resolución “satisfactoria”

El portavoz del gobierno vigués, Carlos López Font, aseguró esta semana que existe un plan de autoprotección y movilidad “coordinado y abordado” con Policía Local, Policía Nacional, bomberos y otros servicios de emergencias, y que se está resolviendo “satisfactoriamente” la cuestión de la gran afluencia de gente. Al respecto de esta coyuntura, el alcalde destacó el lunes el “lleno apoteósico en hoteles, comercios y restaurantes” y aseguró en un audio remitido a los medios de comunicación que “toda España quiere ser Vigo”.

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