Cruzar la ‘raya’ para ver las luces de Vigo... y probar suerte en la farmacia

Visitantes lusos preguntan por medicamentos por motivos de escasez o coste

El centro de Vigo, lleno de gente, el viernes festivo en Portugal.  // Javier Teniente

El centro de Vigo, lleno de gente, el viernes festivo en Portugal. // Javier Teniente / A. B.

A. B.

Porque puedan ser más baratos o porque en su país estén agotados. Tanto los gallegos como los portugueses siempre han utilizado sus visitas a territorio vecino para hacer acopio de diferentes productos. Ahora, unos de los establecimientos donde se está notando de forma especial la campaña turística de la ciudad olívica por Navidad es en las farmacias. Las oficinas del centro están percibiendo cómo visitantes lusos entran para probar suerte y ver si está disponible algún medicamento que en su lugar de origen no encuentran o es muy caro.

Lo notan en Porta do Sol y en Príncipe. Además de acudir por productos que puedan necesitar durante su visita –como tiritas, paracetamol o ibuprofeno–, otros también preguntan por medicamentos para tratamientos de otra envergadura. Pero enseguida “se les frena”, ya que son fármacos que necesitan receta.

En Prínicipe 31 cuentan que la búsqueda de medicamentos que escasean no es algo que se limite a gente que visita la ciudad. “Incluso recibimos llamadas de gente de Madrid, desesperados, preguntando por el tratamiento que necesitan”, señalan y aluden al Ozempic, que trata la diabetes tipo 2 y la obesidad clínica y que también se está empleando para bajar de peso.

Aunque en las boticas señalan que lo que falta en un punto del territorio –o en un lado de la frontera– suele faltar también en el resto.

Desde Cofano explican que no se debe hablar de “desabastecimiento”, sino de “suministros irregulares”, ya que puede que no lo haya en una presentación o de una marca en concreto, pero no se ha dejado de producir ninguna molécula. Señalan que para hacer frente a esta nueva situación mundial, han apostado por invertir en disponer de un mayor stock, con el que amortiguar las bajadas de producción o los retrasos en los transportes.