Saborido abandona la dirección del IIM-CSIC tras dejar el traslado a la ETEA “encauzado”

Tras más de 5 años, quiere centrarse en su labor investigadora y como coordinador del Programa de Ciencias Marinas de Galicia

Francisco Saborido deja la dirección del IIM después de más de cinco años.

Francisco Saborido deja la dirección del IIM después de más de cinco años. / José Lores

Sandra Penelas

Sandra Penelas

Tras más de cinco años, Francisco Saborido ha decidido dejar la dirección del Instituto de Investigaciones Marinas-CSIC para centrarse en su labor investigadora y una vez que el proyecto de la nueva sede en la ETEA “está encauzado”. Su dimisión ya ha sido aceptada y el centro iniciará ahora el proceso para convocar elecciones y elegir a la persona que lo sustituya y siga adelante con la ansiada mudanza al barrio de Teis.

Saborido accedió al cargo en julio de 2018 con el encargo principal por parte de la presidencia del CSIC de hacer realidad un nuevo edificio en la ETEA. Y renovó en 2022 para seguir impulsándolo tras el retraso generado por la pandemia.

“La sensación es de deber cumplido y de que me toca ponerme a otras cosas. No será de hoy para mañana, pero está lanzado. Los dos estudios que ganaron el concurso ya han finalizado el proyecto básico. Lo están visando ahora en el CSIC y en cuanto den el ok se entregará al Concello. Y de forma paralela se ha ido elaborando también el proyecto de ejecución, que será un diálogo constante en el grupo de trabajo integrado por personal del IIM y los arquitectos. Los dos estudios son magníficos”, celebra.

También está finalizado ya el proyecto de derribo, que será licitado en cuanto esté aprobado a una empresa especializada: “Será lento porque hay que retirar fibrocemento. Ojalá pueda ser a principios del año que viene, pero dependerá de estos trámites administrativos. Y una vez que acaben las demoliciones se podría empezar a construir. Todo irá más o menos rápido en función de los trámites y la aprobación de las licencias de obra”.

Francisco Saborido, en la sede de Bouzas.

Francisco Saborido, en la sede de Bouzas. / José Lores

Saborido, que entregó su dimisión esta misma semana, agradece el trabajo “excepcional” de su equipo directivo y confía en que haya candidatos. “Requiere esfuerzo y dedicación porque somos 250 personas en el IIM y combinarlo con tu labor como investigador, pero espero que se animen. En un mes o dos podría estar resuelto”, calcula.

Su sucesor o sucesora deberá continuar con el proceso de definición de la nueva sede junto con los estudios pamploneses MRM y Pereda Pérez, así como organizar el futuro traslado a la ETEA, que se llevará a cabo en diferentes fases.

“Ahora estamos en la parte de diálogo con los arquitectos para diseñar el edificio que queremos hasta el detalle, hasta el lugar donde irán los enchufes. Y los dos estudios son geniales en este aspecto. Quieren hacer la sede que nosotros queremos y el diálogo entre personas de dos ámbitos con lenguajes diferentes está siendo precioso”, destaca.

El primer concurso de ideas en la historia del CSIC

Saborido también se siente “muy contento y orgulloso” de que el concurso de ideas lanzado para la sede de la ETEA haya sido “el primero en la historia del CSIC”, que ya lo ha replicado en otras ciudades. Y también felicita a los dos estudios pamploneses, ya que también han sido seleccionados por un jurado para rehabilitar y ubicar en el Siemens el Centro de Investigación Mariña (CIM) de la Universidad de Vigo.

“Tiene lógica. A nuestro concurso se presentaron 38 proyectos porque el ganador tenía posibilidades de diseñar más edificios que, aunque sean de diferentes instituciones, tienen que guardar una coherencia. Estoy encantado de que ganasen ellos también porque son muy buenos y el diálogo con ellos está siendo muy bonito”, subraya.

Antes de que se cristalice la mudanza, el IIM-CSIC quiso celebrar esta año con sus vecinos de Bouzas el 50º aniversario de su actual sede, diseñada por Desiderio Pernas. “Nos sentimos plenamente integrados en el barrio y se merecía esta celebración antes de irnos. Hicimos una jornada de puertas abiertas y vino muchísima gente. Aquí ya estamos apiñados pero el edificio de Pernas nos ha dado mucha flexibilidad. De hecho, el de la ETEA sigue su modelo. No se podía prever cómo evolucionaría la ciencia 50 años después, pero Pernas tuvo la sabiduría de proyectar un edificio para 150 personas cuando solo eran 43. Tuvo esa visión de futuro y arquitectónicamente es muy bueno”, reconoce.

Tras dejar la dirección, Saborido podrá dedicar más tiempo a su grupo de Ecología Pesquera y a la coordinación del Programa de Ciencias Marinas de Galicia, cofinanciado con 10 millones de euros por el Ministerio de Ciencia y la Xunta con fondos europeos.

“Somos más de 230 investigadores de 84 grupos de todos los centros de I+D y universidades de Galicia. Es algo que buscábamos desde el Prestige y la redestá funcionando muy bien. La gente está muy involucrada y es muy generosa, pero este programa acaba en 2025 y ya hay que empezar a pensar ya en el siguiente”, avanza.

El grupo de Inmunología y Genómica amplía el catálogo de los organismos marinos presentes en la Ría

El grupo de Inmunología y Genómica del IIM-CSIC está ampliando el conocimiento de la diversidad marina de la Ría mediante nuevas tecnologías basadas en la biología molecular, más precisas y sencillas y que han permitido determinar la presencia de ciertos organismos por primera vez. El equipo, que está publicando sus resultados en revistas de alto impacto, ha identificado, a nivel molecular, tanto bacterias como organismos eucariotas y los cambios estaciones en su abundancia, así como especies invasoras no detectadas antes con los sistemas tradicionales, potenciales patógenos y especies de fitoplancton tóxicas.

Laboratorio del grupo de Inmunología y Genómica.

Laboratorio del grupo de Inmunología y Genómica. / IIM-CSIC

“Los organismos marinos conocidos probablemente sean solo una pequeña parte de la biodiversidad marina. Sabemos que hay multitud de organismos microscópicos, desconocidos aún, de los que podemos disponer de su material genético. Tienen también una extraordinaria diversidad funcional desconocida y constituyen una reserva excepcional de productos bioactivos”, destaca Beatriz Novoa, que también advierte que esta biodiversidad costera está en peligro por los efectos de la actividad humana y el cambio climático.

El grupo ha aplicado el conocimiento de genómica y bioinformática para determinar el microbioma de las aguas residuales que se vierten a la Ría de Vigo. Y ha puesto el foco en especies filtradoras como el mejillón, que pueden acumular microorganismos. Y también detectaron 50 virus, 33 de ellos considerados nuevos. Destacan, en este sentido, el elevado número de rhabdovirus hallados en los cefalópodos.

Suscríbete para seguir leyendo